El 11 de septiembre de 1973, el gobierno democrático del presidente Salvador Allende fue derrocado por un golpe de estado, dirigido por una junta militar del ejército. La dictadura militar se mantuvo hasta el año 1990, cuando el general Pinochet dejó el poder al presidente Aylwin. La transición democrática, que ocurrió al fin de su régimen es una noción difícil de figar. Por lo tanto, no existe consenso sobre el fin de este proceso.
Podemos preguntarnos en qué medida la transición chilena ha permitido dar una respuesta apropiada a las violaciones de las derechos humanos de la dictadura militar, promover la reconciliación, es decir crear instituciones plenamente democráticas.
[...] Era sin embargo criticado por el fraude electoral. Pero a pesar de todo y en conformidad con las provisiones de esta constitución, se organizo otro plebiscito en 1988 en lo cual los chilenos se pronunciaron sobre la proposición des mantenimiento al poder de Pinochet hasta 1997. En este plebiscito, un de los chilenos voto a favor del No, frente al 42% del sí. En la obligación de respectar la constitución que había elaborado y así el resultado del plebiscito, Pinochet dejo el poder en 1990 y organizo elecciones democráticas que nuevo gobierno de mantener la Ley de Amnistía de 1978 impedía las acciones legales en contra de los miembros de las FA. [...]
[...] La impunidad era omnipresente y el sistema jurídico a través de su autorización del estado de emergencia, de los tribunales militares y de las leyes secretas, no lograba mantener el estado de derecho y participaba en la perpetuación de la impunidad. Se podría hablar de una colaboración con el régimen. Paso a la puesta En el contexto de una deterioración de la situación económica y de una contestación creciente, al nivel interno, como internacional se aprobó una nueva constitución en 1980 tras un plebiscito apoyado por 67% de la populación. [...]
[...] Por estas razones, podemos concluir que si la transición democrática de 1990, poniendo fin a la dictadura militar, creo una democracia, era restringida. La persistencia de la influencia institucional y política des general Pinochet y de las Fuerzas Armadas en general impedía la aparición de instituciones de una vida política realmente democrática. Si las reformas más tardías del fin de los años 90 del principio de los años 2000 permitieron gradualmente la institucionalización más acabada de la reconciliación y la justicia no están plenamente alcanzadas. [...]
[...] La transición democrática, que ocurrió al fin de su régimen es una noción difícil de fijar. Por lo tanto, no existe consenso sobre el fin de este proceso. Podemos preguntarnos así en qué medida la transición chilena ha permitido dar una respuesta apropiada a las violaciones de los derechos humanos de la dictadura militar, promover la reconciliación, es decir crear instituciones plenamente democráticas. Así vamos a ver primero como el régimen militar ha gradualmente creado las etapas que han conducido a la transición democrática, marcada, entre otros por la comisión nacional de verdad y reconciliación. [...]
[...] Así, Patricio Aylewin llego al poder. En este secunda parte, vamos a analizar en qué medida la transición democrática, a través de sus diferentes componentes, ha logrado dar una respuesta eficacia a la impunidad que reinaba durante la dictadura. Aunque la plataforma electoral de la concertación era basada sobre la vuelta al estado de derecho y al respuesta de los derechos humanos, el nuevo gobierno hacia frente a un dilema mayor que aparece de una manera similar en todos los países que han conocido una transición democrática. [...]
Source aux normes APA
Pour votre bibliographieLecture en ligne
avec notre liseuse dédiée !Contenu vérifié
par notre comité de lecture