El 30 de marzo de 2006 fue adoptada por el senado la ley dicha “Televisa”, es en realidad un conjunto de modificaciones introducidas en textos ya existentes, las leyes federales de Telecomunicación y de Radio Televisión. Estas modificaciones tienen la particularidad de haber sido aceptadas en siete minutos y unánimemente por el Parlamento. Se llama así por el nombre del grupo televisivo Televisa. En efecto, la particularidad de esta ley es que beneficia muy ostensiblemente al sector privado televisivo compuesto de los dos grupos Televisa y TV Azteca. La aprobación de esta ley causó efectivamente un vivo debate en la sociedad, pero no en la clase política, puesto que se trata aquí de una capitulación en buena y debida forma del poder político ante los intereses del sector privado y en particular de los medios de comunicación.
[...] Es por esto que la relación tripartita ente Estado-gobierno-medios debe ser no solamente cuidadosa de no fracturar al régimen democrático, sino que también debe preocuparse por no favorecer la subordinación del poder político ante el económico. Así pues, la aprobación del Televisa” no es anodina, ilustra el predominio de los medios de comunicación en los juegos político, no son más una herramienta pero un protagonista entero que mostró el alcance de sus poderes. Tras ilustrar el papel de los medios de comunicación en el sistema político mexicano contemporáneo, esta ley ilustra sobre todo sus peligros. [...]
[...] Así pues, en un contexto de numeración de las señales televisivas, lo que permite liberar bandas de frecuencia en el hertziano (de ahí la aparición del TNT, con más cadenas). México decide en la primavera 2006 adaptar su legislación en materia de televisión a las proyecciones tecnológicas. Ahora bien, el momento no es anodino ya que a algunos meses de las elecciones para la Presidencia de la República. Esta proximidad del acontecimiento electoral ofrece a las cadenas de televisión del duopolio Televisa/TV Azteca la oportunidad de poner una fuerte presión a favor de la aprobación del proyecto. [...]
[...] Esta acusación de Santiago Creel como la aprobación de la Televisa” muestran pues la importancia determinante de los medios de comunicación en el sistema político mexicano actual, siendo los dueños de la difusión de la información de masa, controlan el poder político por medio de las elecciones. Así, la Televisa” refleja la importancia de los medios de comunicación no solamente en periodos electorales sino en todo momento dentro de un sistema democrático. En México se conjugó un potencial debilitamiento presidencial en la figura de Vicente Fox junto con el fortalecimiento del poder fáctico de los grupos más influyentes de la industria de las telecomunicaciones apoyadas por el avance tecnológico a nivel mundial y su posición de privilegio en el sistema político mexicano. [...]
[...] Ahora bien, al considerar la importancia de los medios de comunicación televisivos, eso equivaldrá a un suicidio político. Es necesario indicar en efecto que la publicidad institucional está extremadamente presente, la estrategia de comunicación es basada en la compra, a menudo con financiaciones públicas, de anuncios difundidos en las grandes cadenas, en cualquier momento, y eso incluso fuera de las campañas electorales. Así pues, no acceder a estos espacios publicitarios en relación con una muy amplia parte de la población, es aumentar mucho el riesgo de perder las elecciones. [...]
[...] ¿Qué reveló la aprobación de la "Ley Televisa" sobre el papel que juegan los medios en el sistema político actual? El 30 de marzo de 2006 fue adoptada por el senado la ley dicha “Televisa”, es en realidad un conjunto de modificaciones introducidas en textos ya existentes, las leyes federales de Telecomunicación y de Radio Televisión. Estas modificaciones tienen la particularidad de haber sido aceptadas en siete minutos y unánimemente por el Parlamento. Se llama así por el nombre del grupo televisivo Televisa. [...]
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