Con la creación de la ONU, la cooperación de los Estados para el mantenimiento de la paz y seguridad internacional, para el desarrollo económico y social y para asuntos humanitarios, tomó un nuevo rumbo. En 1945 se firmó la carta de San Francisco que dio inicio a esta nueva organización. Tres años más tarde, el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 217 A (iii), que establecía la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En el artículo 19º se expone lo siguiente: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Así, vemos el rol fundamental de los medios, considerados como “el cuarto poder” según Edmund Burke, sobre la formación de la opinión pública. En efecto, este pensador liberal del siglo XVIII no solamente afirmó la trascendencia del papel de los miembros del cuarto poder, sino que destacó su rol en la cruzada de las libertades.
Durante los períodos de regímenes autoritarios, tanto los tres poderes tradicionales (legislativo, ejecutivo y judicial) como este cuarto poder son fuertemente limitados. La dictadura uruguaya (1973-1985), no fue la excepción.
Justamente, el siguiente trabajo intenta abordar la problemática de la libertad de expresión durante el período dictatorial del Uruguay que va desde el 27 de junio de 1973 hasta el 1 de marzo de 1985. De esta forma pretenderemos responder a preguntas tales como: ¿Cómo coexistió el “cuarto poder” frente a la limitación/supresión de los otros tres poderes? ¿Cuáles eran las ideas que se pretendían censurar? ¿Qué medios se utilizaban para expresar tales opiniones?
[...] FIGUEREDO, María Poesía y Canción Popular: su convergencia en el siglo XX. Uruguay 1960-1985. Montevideo, Uruguay: Linardi y Risso. MARTINS, Carlos Alberto Música Popular Uruguaya 1973-1982. Un fenómeno de comunicación alternativa. Montevideo, Uruguay: Banda Oriental. Fontoura, periodista y conductor de “Síntesis de medianoche”, en Altieri p.72. Extracto de un artículo de Julio Scherer, director del diario Excelsior, de México, escrito después de una visita a Uruguay en abril de 1976. [...]
[...] A pesar de lo comúnmente afirmado, durante la dictadura uruguaya lo que reinó no fue una fuerte censura, sino más bien, la autocensura. Este fenómeno, tan extraño en una sociedad educada y formada como la oriental, puede ser explicado a través de cuatro diferentes puntos: la falta de normas específicas, el oficialismo, las presiones dentro de las mismas empresas y por último el miedo a la represión. La falta de normas A lo largo del período dictatorial, muy pocos decretos referentes a la censura fueron establecidos. [...]
[...] Hacia 1972, ya habían sido clausurados 11 diarios. Durante este período, la prensa fue compatible con el régimen cívico- militar, no cumpliendo la función de “cuarto poder”. Durante la dictadura había un solo poder y un solo discurso. La televisión Siendo en aquel momento un medio de comunicación emergente y relativamente poco expandido en la sociedad uruguaya, la televisión fue un medio fácilmente controlable por los militares. En efecto, siguiendo el lema de control absoluto de todos los aspectos de la vida de los ciudadanos. [...]
[...] La sociedad se encontró ante la imposibilidad de manifestarse en contra del régimen que restringía sus libertades fundamentales. En 1976 el presidente en aquel momento Demicheli suspendió la convocatoria a las elecciones generales, creando el “Consejo de la Nación” que estaría integrado por el Consejo de Estado y la Junta de Oficiales Generales de las tres Armas. El mismo año, Aparicio Méndez prohibió la actuación de todos los políticos que habían aparecido en la escena política en el último tiempo. [...]
[...] A partir de ese momento el país conoció 12 años de dictadura, primero política y luego militar, caracterizados por la limitación de las libertades individuales, la represión de las fuerzas políticas y la persecución de los opositores, principalmente los izquierdistas. Es importante destacar que Uruguay es un país que se caracteriza por tener vocación democrática, con gran respeto y estabilidad de las instituciones. El país no estaba acostumbrado a los gobiernos militares como otros países de Latinoamérica, donde en reiteradas veces los militares se hicieron del poder. De esta manera, el Golpe de Estado de 1973 cortó con la tradición democrática del país. [...]
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