Desde hace algunos meses, la Asamblea Nacional trata de revisar la Constitución del país. Así, resultó que se aprobó el artículo 30 que establece el principio de la inviolabilidad de la vida “de la concepción hasta la muerte”. La consecuencia es que desde entonces ya no se podrán aceptar legislaciones sobre el aborto (en todas circunstancias: peligro para la madre, violo, incesto…), lo que llevará lógicamente a un incremento de la tasa de mortalidad de materno. Y también disminuira el fenómeno de reducción del número de niños por mujer que es muchas veces una señal de liberación de la mujer. En todos casos, esta decisión fue violentamente criticada por asociaciones feministas, una parte de la sociedad civil, ONGs tal como Amnesty Internacional y también por una parte de las mujeres asambleístas que ven este artículo como un “retraso” para los derechos de las mujeres y los derechos humanos.
Estos derechos de la mujer, y particularmente en la esfera política, son objetos de medidas constantes que permiten clasificar los países del mundo , lo que merece abrir una pequeña paréntesis. Así, sabemos que el porcentaje de mujeres parlamentarias en el mundo es un 18,5%, con un 18,7% en las cámaras únicas o dichas “bajas” y un 17,5% en los Senados (o segunda cámara). Luego, en términos de regiones del globo hay que destacar que las Américas son la segunda zona en cuanto al acceso de las mujeres a las cámaras con una media de 22,4% de mujeres en las cámaras bajas. Sin embargo, quedan muy lejos los países nórdicos que cuentan casi el doble con un 43,2%.
Entonces, ¿dónde se sitúa República Dominicana en estas medias?
[...] Por ejemplo, hoy existen 19 mujeres liderando las alcaldías locales, lo cual representa únicamente un 11% del total de los ayuntamientos. Entonces, o sea los partidos ignoran todavía estos datos (lo que sería muy extraño), o sea eso quiere decir que los partidos quedan más conservadores que la sociedad civil y que por el momento no quieren adaptarse es lo que veremos en la próxima parte. II/ Los elementos de fuerzas contrarias El malo uso de la ley de cuotas Según estudios, en los países en donde se han aprobado las leyes de cuota (Costa Rica, Honduras, Panamá y República Dominicana) hay más mujeres ocupando espacios que históricamente habían sido asignados a los hombres. [...]
[...] Efectivamente, en 1997 República Dominicana estaba alrededor del rango 40 sobre 177 países, pero termina el 30 de septiembre de 2009 al rango 57[4]. Así pues, al constatar esta evolución y el hecho de que artículos como el 30 se inscriben en la Constitución, unos podrían ser muy pesimistas en cuanto al futuro del sitio de la mujer relativamente a la política en República Dominicana. Por eso, es lo que vamos a investigar en este trabajo. ¿Qué son hoy en día los avances progresistas en el marco legal y en la práctica? ¿Qué obstáculos quedan en la realidad? [...]
[...] Estas mujeres han quedado atrapadas en lo que pasa en sus partidos, a nivel programático o en sus ejecutorias: ausencia de una política de género significativa”[6]. A tal punto que Ramón Tejada Holguín utiliza el concepto marxista de que una clase puede estar socialmente definida pero que no tiene mucha conciencia para sus intereses para definir el hecho de que parece que las mujeres tienen poca conciencia para sí. Pero eso no resulta ser una particularidad dominicana ya que Alejandra Boschetti historiadora, investigadora y especialista en género de Argentina asegura que: mayor presencia de mujeres en los espacios de poder no asegura la defensa de los intereses de género. [...]
[...] Porque la brecha de género se reduce, pero la participación ciudadana también. Y eso disminuye las posibilidades de influir sobre el Estado a fines de obtener políticas favorables a las mujeres por ejemplo. Todos estos datos comprueban que hubo una mejora significativa en cuanto a la brecha de género en el ámbito de la participación a la política. Esto se relaciona con casi certitud con el mejoramiento de la educación por parte de las mujeres y de los dominicanos en general, una mayor participación de las mujeres en el ámbito laboral, el trabajo de las ONGs y los movimientos de la sociedad civil, lo todo que llevó también a una legislación más progresista estas dos últimas décadas. [...]
[...] Por ejemplo, unos de los logros de la Secretaría de Estado de la Mujer que podemos señalar son la celebración de talleres con la finalidad de definir estrategias de colaboración interinstitucional para promover una cultura de igualdad y equidad de género y también la organización de seminarios sobre Seguridad Democrática Violencia Basada en Género; y la socialización del Plan Nacional de Equidad de Género (PLANEG) con distintos sectores de la sociedad civil. Finalmente, cabe mencionar la legislación favorable a las mujeres que apareció estos últimos años. Así, existe la ley 24-97, creada para proteger de la violencia a la mujer y a los miembros de la familia, castigando de manera efectiva la violencia en la casa y el abuso sexual. La ley 55-97 hace que las mujeres campesinas son susceptibles de recibir parcelas por parte del Instituto Agrario Dominicano. [...]
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