A lo largo de nuestra clase sobre “La función pública en América Latina”, pudimos estudiar rasgos generales con respecto a la encarnación de la función pública de esa inmensa zona; o mejor dicho, como se piensa, el conjunto de personas trabajando, bajo ciertas jurisdicciones o dentro de un marco intergubernamental, en el seno de administraciones públicas. Compuesta por veinte países mas las nueve dependencias de América, Latinoamérica es un espacio muy heterogéneo, tanto del punto de vista de los sistemas políticos así como la concepción y gestión de la función pública que tienen esas naciones.
Nosotros Franceses tenemos una visión bastante clara de lo que es nuestra función pública, hasta considerarla como una excepción, al preferir llamarla “servicio público” antes de la denominación común. Para salir un poco de las visiones encerradas y cerca de los clichés, redactar una comparación entre nuestro sistema y un sistema latinoamericano sería la oportunidad de saber con más profundidad lo que realmente son los dos tipos de sistemas. Por eso trataremos conjuntamente el caso de Ecuador, pequeño país demasiado olvidado y el de Francia.
Cabe desde luego destacar en que radican las diferencias entre esos dos sujetos, eso dirigiendo nuestro análisis bajo unos seis criterios: la formación del personal, la gestión de la función pública, la participación política, los modos de organización, de repartición de los puestos, y por fin los tipos de compromisos y de eficiencia. Así, después de una breve presentación de nuestros dos sujetos de análisis, demostraremos como las teorías comunes que definen la formación y la gestión de la función pública en ambos países llegaron a unas aplicaciones totalmente diferentes, y donde la injerencia del político es por mucho causa de inestabilidad e ineficiencia.
[...] La formación del personal de la función pública y su gestión: teorías similares 1. La ilusión de una formación neutra. Lo que se destaca claramente es que ambos sistemas imponen la selección del personal público mediante concursos y oposiciones. Se menciona eso en el artículo 124 de la Constitución ecuatoriana y se reafirma en muchas leyes y decretos posteriores, especificando entre tantos que sólo por excepción estarán sujetos a un régimen de libre nombramiento y remoción los funcionarios del Estado. [...]
[...] En el caso ecuatoriano, es también el artículo 124 que rige las condiciones de ascenso y promoción. Prevé que los funcionares estarán evaluados una vez al año. Las notas se reparten en cinco categorías, desde excelente a inaceptable. De nuevo, el problema ecuatoriano es que se mantienen interrelaciones con el subsistema de gestión de la compensación. La realidad es que pocas organizaciones han procedido a esas evaluaciones. Hasta el momento los ascensos se producen más por las cercanías políticas o el compadrazgo que por el rendimiento y la capacidad. [...]
[...] Son los sindicatos que se encargan de las negociaciones con los poderes públicos Las incoherencias ecuatorianas. Aunque ya se lo mencionó en la Constitución, se volvió a establecer, tal como en la Ley 2003-17, cuestiones tales como la prohibición de nepotismo y de pluriempleo, así como el concurso por mérito para el ingreso. Las remuneraciones que perciban los servidores públicos tienen que ser proporcionales a sus funciones, eficiencia y responsabilidades. Son organismos como la Secretaría Nacional Técnica de Recursos Humanos (SENRES) que fueron encargados de la unificación de los salarios. [...]
[...] Las principales debilidades se detectan en el sistema de planificación y en el sistema de gestión de compensaciones. Esto se debe tanto a la ausencia de estrategia en las prácticas y políticas de gestión de recursos humanos como a la debilidad de los sistemas de información, la persistencia del ajuste presupuestario y la fuerte politización interna. Tras el clientelismo, la evaluación del rendimiento surge más como una práctica discrecional de mejora salarial que como mecanismo de acción orientado a la gestión de los recursos humanos. [...]
[...] La entrada en cuerpo” administrativo se hace después de los estudios superiores, según el rango de clasificación al salir de la “escuela”. Una vez titulado, el nuevo funcionario goza de una carrera continua y estable. Al respecto, podemos mencionar que existen tres tipos de función pública, la Estatal, la territorial y la hospitalaria. Si en Francia se suele respetar este trámite, no se puede afirmar lo mismo en cuanto al Ecuador. En efecto, no todas las instituciones cuentan con los diseños de los puestos y una definición clara de los perfiles que requiere la organización. [...]
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