Cochabamba es la tercera ciudad más grande de Bolivia, y capital del departamento de Cochabamba situada en el centro de la provincia de Cercado. Sus habitantes son llamados los cochabambinos. Entre enero y abril de 2000, fue en esta ciudad de ocurrieron una series de protestas relativas a la privatización del abastecimiento del agua municipal. El nombre popular de esas protestas es la « guerra del agua de Cochabamba ».
Desde la conferencia de Dublin en 1992, el agua es una preocupación creciente para la comunidad internacional. Varios organismos han dado su opinión sobre la manera de ese recurso para subvenir a las necesidades de mas gente posible. Desde Dublin, las conferencias internacionales sobre el agua se succeden: Rio de Janeiro en 1993, La Haye en 2000, Bonn en 2001, Johannesburg en 2002 y Kyoto en 2003. Esas reuniones tienen como meta de elaborar principios de gestión del agua.
"El problema de fondo es quien decide sobre el presente y el destino de la población, los recursos, el trabajo y las condiciones de vida. En relación al agua, nosotros queremos decidir por nosotros mismos: a eso llamamos Democracia", escibrió la Coordinadora Departamental del agua y la vida, el mayor movimiento contra la privatización del agua.
[...] Antes de la privatización los servicios públicos de agua de Cochabamba fueron controlados por la agencia SEMAPA del estado. El gobierno boliviano puso SEMAPA en subasta pero solamente un empresa estaba dispuesta a hacer una oferta en el proyecto: era Aguas de Tunari, un consorcio estableciddo por la International Water Limited (Gran Bretaña), the utility Edison (Italia), Bechtel Enterprise Holdings (Estados Unidos), the engineering and construction firm Abengoa (España) y dos compañías bolivianas, ICE y SOBOCE. Entonces, Hugo Banzer firmó la concesión por 2.5 mil millones de dolares, por 40 años “para proporcionar el agua y servicios del saneamiento a los residentes de Cochabamba, así como generar electricidad y la irrigación para la agricultura. [...]
[...] Además, era permetido al dueño cavar un pozo y usar todo el agua que necesita, mientras que no perjudica los demás. La ley de 1906 también dice que para cavar un pozo en un terreno público, el individuo necesita una autorisación del gobierno central o del municipio (según la importancia de la fuente usada); esa autorización lo vuelve dueño del agua del terreno. Todas esas medidas no se pueden aplicar en caso de un servicio privatizado. Razones de la guerra La declaración del Banco Mundial tuvo lugar durante el gobierno de Hugo Banzer (1997-2001). [...]
[...] "El problema de fondo es quien decide sobre el presente y el destino de la población, los recursos, el trabajo y las condiciones de vida. En relación al agua, nosotros queremos decidir por nosotros mismos: a eso llamamos Democracia", escibrió la Coordinadora Departamental del agua y la vida, el mayor movimiento contra la privatización del agua. A través del ejemplo de la guerra del agua en Cochabamba, se trata de entender qué medida la mundialización y los procesos de privatización del agua ponen en riesgo el acceso de los individuos a sus recursos fundamentales? [...]
[...] Sin embargo, el final de la guerra del agua no significó el final de los problemas de agua. El regreso de la administración de la SEMAPA se hizó durante los acontecimientos de abril. La SEMAPA cambió la estructura de su gabinete de administración para tener más representación ciudadana. Si ese modo de hacer llevó la empresa pública a pagar el agua para algunos barrios povres de la perifería, su lógica esta en contra de la política de gestión del agua del banco mundial. [...]
[...] Todas esas empresas fueron compradas por compañías multinacionales. A finales de los años 1990, el Banco Mundial, bajo la idea de que los “gobiernos pobres a menudo son plagados también por la corrupción local y demasiado mal equipado para funcionar servicios de servicios públicos de agua eficientemente", dicha institución anunció que no renovaría un préstamo de 25 millones de dolares a Bolivia a menos que privatizara sus servicios de agua. Estimando que pagar para los recursos anima la conservación y evita las escaseces y el daño ambiental, el Banco Mundial, con la meta de contradecir ineficacias mencionó que “ningunos subsidios sean dados para mejorar el aumento en tarifas del agua en Cochabamba”. [...]
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