Hablar de las ciudadanías del miedo es evaluar el impacto del miedo sobre el modo de vida de la población, de los ciudadanos. Ese miedo es generalmente el resultado de la violencia y de sus consecuencias sobre la vida diaria de los ciudadanos. Podemos ubicar ese tipo de violencia y pues de miedo en el marco de la ciudad, que tiene un papel muy importante en el desarrollo del ambiente general de vida y de construcción de la violencia. Analizando ese miedo es primero saber de donde viene para después hacer una descripción de su impacto real, y por fin tratar de ver si es construido, o si sirve a alguien.
[...] Vivir por otras reglas que las que normalmente regulan la vida de un país significa que la ciudadanía no existe en práctica, se les robaron esa parte esencial de la identidad y de la seguridad en un estado moderno y democrático. La repercusión de esa perdida, es la falta de confianza de esas poblaciones excluidas en el sistema, lo que debilita fuertemente al ideal democrático de expresión por el voto. [...]
[...] Ciudadanías del miedo Hablar de las ciudadanías del miedo es evaluar el impacto del miedo sobre el modo de vida de la población, de los ciudadanos. Ese miedo es generalmente el resultado de la violencia y de sus consecuencias sobre la vida diaria de los ciudadanos. Podemos ubicar ese tipo de violencia y pues de miedo en el marco de la ciudad, que tiene un papel muy importante en el desarrollo del ambiente general de vida y de construcción de la violencia. [...]
[...] Al final ese pensamiento lleva a hacer un análisis sobre cómo la violencia está llevando no sólo a la pérdida de las ciudades, sino a la ciudadanía en América Latina. Así, al nivel macro social, lo que importa es ese sentimiento de frustración, es que las personas ya no consiguen lo que les prometió el progreso (capitalista) y la democracia pues la meritocracia. La realidad urbana es la de las desigualdades, que llevan a la violencia por la búsqueda de una forma alternativa de promoción social. Aquí podemos hablar de violencia social en términos políticos ya que se puede analizar ese tipo de violencia como una violencia de clase. [...]
[...] Así, la población ya no es dueña de su ciudad, tiene que soportar ese ambiente de violencia, pues de miedo, pierde su derecho a la ciudadanía ya que la ley no se aplica en sus vidas diarias. Al nivel micro social, es decir al nivel de las personas, se pueden ver las consecuencias de los dos otros niveles, los ciudadanos, influidos por su contexto de vida, construyen un ambiente de violencia cotidiano que se ilustra en las actitudes de cada uno para sobrevivir. [...]
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