Las grandes maniobras políticas se intensificaron en 1930 cuando los líderes políticos comprendieron que los días del régimen eran contados. En Barcelona, unos republicanos catalanistas lanzaron en marzo un manifiesto a favor de una república federal con reforma agraria, separación de la Iglesia y del Estado y reformas sociales. En un ambiente de relativa semilibertad, las distintas facciones del republicanismo se unieron en el llamado « Pacto de San Sebastián » en agosto de 1930. Luego se unieron al pacto también los socialistas. A cambio de la promesa de que el futuro gobierno concedería un estatuto de autonomía a Cataluña, firmaron el pacto los partidos catalanistas de izquierda. En cuanto a los nacionalistas vascos, cometieron sin duda un error táctico en no suscribir posteriormente este pacto con unos republicanos a los que consideraban demasiado « españolistas » y anticlericales.
[...] Respeto a las competencias educativas, quedaron en manos del Poder Central. En noviembre de 1932 tienen lugar las elecciones autonómicas en las que triunfa Ezquerra Republicana de Cataluña. Es elegido primer presidente de la Generalitat Maciá hasta su muerte en 1933. La aprobación y puesta en marcha del estatuto no significó el fin de los enfrentamientos sociopolíticos en Cataluña. Como era de esperar pues, los éxitos del nacionalismo no bastaban para suprimir los enfrentamientos de clases, especialmente en un contexto de crisis económica generalizada y de radicalización de la derecha La tardía autonomía del País Vasco En el PV, la cuestión de la autonomía se panteaba en otros términos que en Cataluña, por motivos ideológicos y políticos. [...]
[...] La VI Asamblea de Irmandades da fala de abril de 1930 fue un fracaso, debido a la división entre los dispuestos a pactar con los republicanos y los que privilegiaban la fundación de un partido autonomista y agrario específico. Sin embargo, localmente renacían las antiguas agrupaciones o nacían otras nuevas, de ámbito local, y el cada vez más cercano derrumbe de la Monarquía incitó a los nacionalistas a declararse republicanos, firmando con los republicanos (Casares Quiroga) y agraristas (Basilio Alvarez) el Compromiso del Pazo de Barrantes en el cual, tras recordar los tradicionales males que sufría Galicia, declaraban que sólo la autonomía plena puede dar satisfacción a los derechos y a los problemas de Galicia ; la galleguización de la Universidad compostelana y demás centros de enseñanza ; la cooficialidad de los idiomas gallego y castellano, la liberación de la tierra y la dignificación social del campesino Pero este compromiso no se tradujo por unas candidaturas comunes en las elecciones municipales de abril, ni resolvió las discrepancias acerca del modelo de Estado republicano. [...]
[...] Segunda republica y guerra civil : autonomía para las tres nacionalidades 1. De la proclamación de la República a la del derecho a la autonomía Las grandes maniobras políticas se intensificaron en 1930 cuando los líderes políticos comprendieron que los días del régimen eran contados. En Barcelona, unos republicanos catalanistas lanzaron en marzo un manifiesto a favor de una república federal con reforma agraria, separación de la Iglesia y del Estado y reformas sociales. En un ambiente de relativa semilibertad, las distintas facciones del republicanismo se unieron en el llamado Pacto de San Sebastián en agosto de 1930. [...]
[...] Sólo en 1936 se presenta un nuevo proyecto de Estatuto, que es aprobado el 4 de octubre de La nunca ratificada autonomía de Galicia Al final de la dictadura, es muy distinta la situación gallega de la catalana y la vasca. Hemos visto que a partir de 1923, los nacionalistas habían tenido que limitar su actuación a la labor cultural Grupo Nós La firma del Pacto de la Triple Alianza no tuvo ningún efecto en Galicia y la existencia de un grupo radical denominado Mocedades Cultural Galega en Santiago fue más bien efímera (1925-1927). [...]
[...] Lo que nos interesa ahora es ver cómo los sucesivos gobiernos respondieron o no a las aspiraciones de los nacionalismos periféricos, teniendo en cuenta la diferencia de situaciones en las tres nacionalidades La República fue definida como un estado integral es decir ni centralizada ni federal, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones En materia linguistica, el castellano es el idioma oficial de la república. Todo espanol tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo. Se establecía la autonomía de los Municipios (en el sentido en que los ayuntamientos serán designados por sufragio universal y los alcaldes por los concejales y no por el poder central como había sido el caso hasta ahora). [...]
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