El problema de la soberanía del estado en un nuevo contexto de globalización y de intensificación de los intercambios entre las naciones está cada vez más planteada por observadores internacionales. Este fenómeno tiende a modificar la concepción anterior de las fronteras y de lo que define una nación. El ejemplo de Canadá es bastante prototípico respecto a los problemas de identidad que se plantean a todas las naciones se plantean de manera aguda para el vecino de la superpotencia mundial: los Estados Unidos. Así, el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Toronto Clarkson resume estas problemáticas por una interrogación encarnando las dudas y angustias encontradas por el país: « La principal pregunta ahora para Canadá no es saber si va a sobrevivir en el contexto actual sino de qué manera va a sobrevivir » (Clarkson).
Todo esto nos permite hacer una pregunta que servirá de guía a la reflexión a lo largo del ensayo: ¿puede Canadá pretender a una soberanía entera
en el nuevo orden internacional?
[...] Movimientos de la sociedad civil, o de parte de los políticos (durante la guerra en Irak o durante las negociaciones de acuerdos sobre sectores estratégicos) demuestran las posibilidades de activismo dejadas para afirmar la identidad canadiense, en un camino hacia una forma alternativa de soberanía. Es el único medio dejado a los Estados para continuar su existencia en la era del retraso político de los Estados naciones. Eso es parte del remedio para asegurar un nivel bastante elevado de soberanía para la época. [...]
[...] La política extranjera también es bajo influencia: podemos pensar en las decisiones durante el proceso de puesta en marcha de la guerra en Afganistán. A pesar de su voluntad de aparecer como una potencia respetuosa de los derechos humanos sobre el terreno internacional, el ejército canadiense no solo fue involucrado en maniobras militares contestables sino lo fue bajo el mandato estadounidense. Es decir que Canadá, por su falta de activismo político, ha actuado contra su tradición de potencia pacífica, lo que muestra los constreñimientos que pesan sobre la soberanía del país. [...]
[...] Por eso es interesante detenerse sobre el concepto de globalización. Se refiere a la expansión y a la armonización de los vínculos de interdependencia entre las comunidades económicas, culturales o políticas del mundo según la definición de Guy Hermet (p247). Lo esencial de la definición es que se remite a un proceso integrador entre las sociedades, que se manifiesta en sus dimensiones políticas (los tradicionales centros de autoridad están trastornados); económicas (con las firmas transnacionales, la división internacional del trabajo es modificada); medioambientales (las formas de contaminación tienen una magnitud cada vez más importante); culturales (las sociedades, con los medios modernos de comunicación, están cada vez más relacionadas) y tecnológicas. [...]
[...] Después de este proceso, podemos entrar en el corazón de la cuestión de la soberanía de los estados en un contexto de globalización. Así, la contextualización de la situación de Canadá en la edad de la globalización nos dará claves de lectura comunes para entender los problemas que se plantean a los canadienses en lo que atañe a la identidad y a la soberanía. Y para desarrollar el análisis, podríamos acercar el problema en dos momentos estudiando las consecuencias de la proximidad de la superpotencia mundial sobre todas las dimensiones de la sociedad canadiense antes de ver cómo Canadá, a pesar del contexto internacional, puede explotar márgenes de maniobra dejadas para existir sobre el terreno internacional. [...]
[...] Si nos paramos a estas constataciones alarmantes, podemos predecir un porvenir bastante oscuro para Canadá y su independencia. Pero no se debe olvidar el papel diplomático de repercusión internacional que tiene Canadá, a la vez como defensor de los derechos humanos y como potencia pacífica y atada al respeto del derecho internacional. Es así que politólogos contemporáneos como Michael Byers ven en estos aspectos márgenes de maniobra para que Canadá defienda a su soberanía o al menos su identidad. Las veleidades de independencia de Canadá frente al gigante norteamericano pueden medirse sobre terrenos diplomáticos en los que el gobierno canadiense se otorga un lugar para afirmar sus valores de libertad o de dignidad humana. [...]
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