Las economías mexicanas y estadounidenses son muy ligadas, como le puede demostrar el TLCAN, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado en 2000. El TLCAN es un acuerdo regional entre los gobiernos de Canadá, de los EE UU y de México para crear una zona de libre comercio. Este tratado parece ratificar el fin de la frontera entre los Estados Unidos y México sobre el plano económico. En efecto, el objetivo del TLCAN era la eliminación de las barreas al comercia entre los países. Gracias a este tratado, las exportaciones de México a EE UU se han disparado, suponiendo el 85% del total, el 90% del petróleo exportado y convirtiéndolo en el segundo socio comercial de EE UU. Las empresas estadounidenses aportan tecnología y bienes de capital y fabrican en las maquiladoras productos que se reexportan.
[...] La seguridad de los estudiantes era la prioridad de la Universidad Estatal. Pero ahora, se considera que es muy importante de aumentar los intercambios académicos. Los EEUU y México tienen un desarrollo económico, social y humano en común y favorecer el intercambio cultural entre las universidades de los dos país es un manera de permitir la buen armonía de los dos países en el futuro. El artículo subraya también la importancia de esa cooperación para los estudiantes de origen mexicana en la búsqueda de su identidad Las políticas de cooperación entre los dos países. [...]
[...] Un otro elemento que nos puede hacer hablar de la frontera entre México y los Estados Unidos como una zona binacional es la presencia de las maquiladoras. Las empresas estadounidenses aprovechan de un derecho laboral muy dócil y de una mano de obra mucho menos cara que en su país de origen para hacer fabricar en México su producto y después importarle sin pagar aranceles. La mayoría de estas factorías se sitúa en ciudades de la frontera como Tijuana o Ciudad Juárez. [...]
[...] Mexico y los Estados Unidos : I - Una frontera en apariencia invisible 1. Una economía fronteriza que se podría calificar de “binacional” Las economías mexicanas y estadounidenses son muy ligadas, como le puede demostrar el TLCAN, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado en 2000. El TLCAN es un acuerdo regional entre los gobiernos de Canadá, de los EE UU y de México para crear una zona de libre comercio. Este tratado parece ratificar el fin de la frontera entre los Estados Unidos y México sobre el plano económico. [...]
[...] Esta medida no gustó a los habitantes de la frontera entre EE UU y México. En lugares a próxima de la frontera como Tijuana, el 90% de la economía esta “dolarizada”. En la franja fronteriza, el dólar estuvo en circulación antes del peso, y los comerciantes temen su ruina con estas limitaciones. En la frontera precios de los artículos de uso común, las tarifas por servicios profesionales y los arrendamientos se tasan en moneda estadounidense”[1]. Con esta imbricación del dólar en la zona frontera, se podría hablar de una zona “binacional” que parece cuestionada por estas medidas de restricciones. [...]
[...] Este laxismo ambiental se tradujo por un consumo muy importante de materiales peligrosos y la generación de muchos kilogramos de dióxido de carbono, uno de los principales gases responsables del recalentamiento del planeta. Aquí, los Estados Unidos, primera potencia del mundo parecen utilizar su vecino mexicano para aprovechar de sus derechos laboral y ambiental muy dóciles. Producen en México donde pueden polucionar y pagar menos sus empleos y venden en EE UU. Entonces, existen vínculos muy importantes entre las economías estadounidenses y mexicanas, con una fuerte presencia del dólar y la implantación de maquiladoras en la zona frontera. [...]
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