La inmigración representa la entrada, en un país, de personas extranjeras que vienen para permanecer y trabajar. La inmigración es una migración para el país de destino mientras que corresponde a la emigración para el país de salida. En el caso de un emigrante quien no está en regla con respecto a la legislación en vigor en el país de destino, se trata de inmigrado clandestino.
Las razones de la inmigración son múltiples. Puede ser:
- profesional
- Político
- Al nivel de la seguridad
- Económica
- Personal
- Familial
- Fiscal
[...] Además, se puede calificar de la frontera más desigual en el mundo. Estas alambradas delimitan la frontera más desigual, en palabras económicas, de toda Unión Europea e incluso de la OCDE. En efecto, el PIB español por habitante es 15 más superior a lo de Marruecos, mientras que la diferencia entre Estados Unidos y México representa solo 6 contra 1. Francia apoya la proposición española de una conferencia euro- africana sobre la inmigración. Es durante un cumbre en Barcelona que Zapatero ha pedido a su homologo, De Villepin, el apoyo de Francia a propósito de la inmigración clandestina. [...]
[...] El interesado dispone de 48h para dar las informaciones más pertinentes, en particular aportar las pruebas de su integración en la sociedad española. Durante el procedimiento de expulsión, el extranjero tiene derecho a la asistencia gratuita de un abogado o a la de un intérprete. Las observaciones del extranjero son verificadas. La decisión de expulsión debe ser tomada en seis meses. Durante este momento, el interesado puede ser objeto de medidas de controla: retirada del pasaporte, presentación regularía a las autoridades, arresto domiciliario, retención por atención (medida privativa de libertad pero diferente de detención provisional) durante 72h y colocación en retención administrativa. [...]
[...] Presupuestos específicos son creados para la cooperación en el dominio migratorio. - Al nivel multilateral, con iniciativas como la conferencia ministerial euroafricana sobre la migración y el desarrollo de Rabat, por España y Marruecos. Ha reunido, por la primera vez, los países de origen, de destino y de transito de Europa y de África para buscar soluciones de consenso a los desafíos comunes. Se trata también de animar la colaboración más estrecha con los países vecinos como Francia y Portugal. [...]
[...] Por consiguiente, para entrar en España, fue obligatorio tener un visa de tres meses. Más allá de este plazo, un permiso de residencia y eventualmente, un permiso de trabajo fueron necesarios para quedarse en el territorio nacional. La ley del primer enero de 1990 Este segundo texto legislativo concernía solo a los súbditos del Magreb. Disponía que los súbditos del Magreb tenían que presentar un visa y un billete de vuelta, intransferible, y nominativo, y justificar de recursos suficientes para la duración de su estancia, tomando como base 5000 pesetas por día (alrededor de 36 La ley orgánica de 2000 En sus primeras disposiciones, la ley orgánica 4/2000, autorizaba el gobierno a establecer por decreto el procedimiento de regularización de los extranjeros viviendo en España ante el primer de enero de 1999, y que habían hecho una solicitud de permiso de residencia o de trabajo, o que habían sido titulares del permiso durante los tres años pasados. [...]
[...] En octubre clandestinos originarios del sur de Sahara fueron vueltos a enviar al reino. Muchos no habían nunca tomado el avión de su vida. Han recibido su bautismo del aire sin haber pedidolo. Senegalés de nacimiento, inmigrados clandestinos por necesidad, rechazados por los Españoles en Ceuta y Melilla, arrasados por los marroquíes en el reino, fueron vueltos a enviar en su país de origen. El vuelto Oujda-Dakar con 140 pasajeros era un vuelto especializado. Las reacciones españolas Durante la primera semana de los acontecimientos, la televisión española no paro de emitir imágenes de ropa ensangrentado, quedado colgado en alambres de espino de los cercados fronterizos de Ceuta y Melilla, y en primer plano los clandestinos quienes han logrado pasar. [...]
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