La mayoría de los teóricos del posconflicto coinciden en decir que el gran dilema es que el mantenimiento de la paz no es posible sin un desarrollo económico conveniente pero al mismo tiempo el desarrollo económico no es posible sin la estabilización militar y política del país. Ante la contradicción entre los objetivos entre corto y largo plazo, se plantea el problema de la escala a la cual se privilegia lo político sobre lo económico, en términos financieros.
Con el estudio de dos casos, los procesos de paz en Angola y en El Salvador, se busca analizar la propuesta de la economista Graciana Del Castillo sobre el desarrollo económico de los países en situación de posconflicto. De manera global esta exfuncionaria del Fondo Monetario Internacional y las Naciones Unidas, asegura que al final de un conflicto la lógica política debe siempre imperar sobre la económica para evitar así que la violencia regrese. De la comparación de los dos casos se intenta evaluar la aplicabilidad de los principios de su teoría, y evidenciar algunos de los límites de su enfoque...
[...] BIBLIOGRAFÍA I Obras sobre el desarrollo de posconflicto en general - Berdal M. y Malone D., Greed and Grievance: Economic Agendas in Civil Wars, International Peace Academy - Del Castillo G., Economic reconstruction in Post-conflict transition: lessons for the Democratic Republic of Congo, March 2003 - Lorne Mooney T., Un défi: le développement en zones de conflit armé, Centre de développement de l´OCDE, París - Stiglitz J. y Meier M., Frontiers of development economics, The International Bank for Reconstruction and Development / the World Bank, USA - The economist, special report “civil wars” de mayo de 2003 II Obras específicas sobre El Salvador - Del Castillo G., Post-conflict reconstruction and the challenge to international organizations: the case of El Salvador, World Development, vol 12, pág. [...]
[...] De esta manera el crecimiento es sostenible a largo plazo. Durante este periodo se identificaron igualmente nuevas imperfecciones del mercado basadas en los costos de la información y de transacción, como lo señala Joseph Stiglitz. A diferencia de la anterior generación, en los años 90 se tiene en cuenta el sector financiero como agente clave en el proceso económico. El ajuste estructural y los préstamos condicionados del FMI y del Banco Mundial se basan en estos modelos de desarrollo. Se generaliza el hecho de que la liberalización de la economía, la privatización, la estabilización y la reducción del papel del Estado permitirán que lo precios sean correctos. [...]
[...] ¿Cómo logró el Gobierno salvadoreño integrarse a la dinámica económica internacional después de más de 10 años de conflicto armado? Una pregunta a la que intentaremos dar respuesta a continuación con el análisis de Del Castillo Situación antes del conflicto Más de la primera mitad del siglo XX, El Salvador había sido dirigido por diversos Gobiernos militares que favorecían una pequeña élite de terratenientes que ostentaban el poder económico. Pese a las tensiones políticas y las injusticias socioeconómicas que esto implicaba, El Salvador tuvo un progreso económico remarcable durante los años 60 y 70. [...]
[...] Contar con un marco institucional claro, facilitar la financiación y crear un clima de confianza para la inversión, son algunos de las condiciones que se trata de inducir para fortalecer o crear un sector privado activo. Sin embargo, en posconflicto la misma definición del sector privado es ambigua. Al igual que con la descentralización se corre el riesgo de acrecentar la marginalización y la división social. Además, el clima de incertidumbre sobre la estabilidad del periodo de paz y la racionalidad de los actores que vienen del conflicto con una actitud pesimista no permite un comportamiento productivo eficiente. [...]
[...] En 1978, el sector agrícola recibía sólo un de los bienes de capital importados y en el 85 el mientras el industrial apenas un poco más. El déficit fiscal era significativo y cubierto por las emisiones del Banco Central (Banco Nacional de Angola, BNA), lo que provocó un aumento del 20% de la oferta de moneda, la kwanza y fuertes presiones inflacionistas. Al mismo tiempo los salarios de los funcionarios permanecían vinculados al valor oficial de la kwanza, que seguía estando muy sobrevaluada a 29,75 Kw por dólar, hasta su devaluación final en 1989. [...]
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