Con la agonía de la Unión Soviética se derrumbó el modelo de la Guerra Fría; es decir, de las relaciones internacionales determinadas por la bipolaridad entre dos sistemas opuestos, tanto en el plano socioeconómico como en el político-ideológico. La debacle del bloque soviético, simbolizada en la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, fue un viraje histórico. Entre las teorías que se multiplicaron entonces para anticipar el futuro del mundo, la del ?choque de civilizaciones? tuvo gran difusion. Porque podía justificar, a su vez, otro fenómeno: la reanunciación de un discurso abiertamente "imperialista".
[...] El choque de civilizaciones : un choque cultural. Es el historiador Bernard Lewis quien “descubre” en 1957 el choque de civilizaciones respecto a los conflictos en el Oriente Medio, rebelión contra la dominación política, económica y cultural del Occidente, reacción histórica de un antiguo rival contra nuestra herencia judeocristiana y su expansión mundial. Para Lewis el choque se produce entre Islam y Occidente, en efecto el odio de los musulmanes es un real rechazo de la civilización judeocristiana, no sólo para lo que hace sino también para lo que es y los principios y los valores que practica y que profesa: la libertad y la democracia. [...]
[...] Que no se puede hablar de “choque de civilizaciones”, de enfrentamiento Norte-Sur o de fin de la historia. La evolución cotidiana del mundo es demasiada compleja para limitarse en una definición simplista, reductura o maniquea. Ambas teorías propuestas son aceptables pero no podemos arriesgarnos a escoger una y no la otra. Las sutilezas de cada una hacen que se reunen, porque la “nueva geopolítica” sigue consistiendo en un choque de distintos modelos político-ideológicos, fuentes de distintas concepciones del mejor modelo socioeconómico. [...]
[...] El 20 de octubre de 2005, las Naciones Unidas proclamaron otra resolución en la que llamaban a la comunidad internacional a hacer un mayor esfuerzo para promocionar la cultura de la paz y el diálogo entre civilizaciones. En abril de 2006, la Alianza de Civilizaciones lanzó un sitio web en inglés y árabe con el fin de coordinar los esfuerzos llevados a cabo en este sentido. Es posible que esta Alianza de Civilizaciones, esta cooperación Norte-Sur, sea el primer paso en la lucha contra ambos choques, cultural por un lado, económico-político por otro lado. Fuentes: - El Atlas du Monde Diplomatique, pp. 42/43 - http://www.monde-diplomatique.fr artículos Bernard Lewis et le gène de l'Islam por Alain Gresh. [...]
[...] La calificación no depende de la localización geográfica. Es frecuente de hablar de la división Norte-Sur, aunque no se puede fijarse a esta separación maniquea: hay varios Nortes y varios Sudes (lo veremos más lejos en la presentación). Por ejemplo, muchos países asiáticos poseen hoy las infraestructuras y los neceseres previos a una despegadura económica. La mundializacion y la primacía de un mercado mundial favorecen los países del Norte y marginan a los del Sur, a causa de una menor competitividad. [...]
[...] En geografía, es el Norte y el Sur. Esas distinciones maniqueas no tienen en cuenta la multiplicidad de factores que intervienen. El mundo no puede dividirse en dos campos distintos y homogéneos. Los choques son múltiples y totalmente interconectados. En el Norte, encontramos el antiguo bloque del Oeste, con el modelo de la democracia y de la economía de mercado. En el Sur, la situación es mucho más compleja como lo hemos visto con las periferias. El choque de civilizaciones es, de manera simplista, el enfrentamiento entre Islam y Occidente, una lucha contra los valores occidentales, lo que encarna. [...]
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