Mara Salvatrucha, rivalidad, El Salvador, guerra de las pandillas, violencia
En El Salvador, mientras la guerra de las pandillas hace furor, de media mueren 12 personas cada día: cifra alarmante que traduce la violencia que existe allí.
La Mara Salvatrucha y el Barrio 18 mantienen una rivalidad muy fuerte que sirve para determinar cuál es la mejor pandilla o cual domina más zonas geográficas.
Toda pandilla para tener razón de ser necesita tener una pandilla contraria, y es una rivalidad a muerte. Los pandilleros suelen matar a los que entran en sus territorios pero también solo para sobrevivir, porque un mero encuentro entre dos pandilleros rivales siempre conduce a la muerte.
[...] Rivalidad entre Mara Salvatrucha y Barrio 18 En El Salvador, mientras la guerra de las pandillas hace furor, de media mueren 12 personas cada día: cifra alarmante que traduce la violencia que existe allí. La Mara Salvatrucha y el Barrio 18 mantienen una rivalidad muy fuerte que sirve para determinar cuál es la mejor pandilla o cual domina más zonas geográficas. Toda pandilla para tener razón de ser necesita tener una pandilla contraria, y es una rivalidad a muerte. Los pandilleros suelen matar a los que entran en sus territorios pero también solo para sobrevivir, porque un mero encuentro entre dos pandilleros rivales siempre conduce a la muerte. [...]
[...] Odio y violencia no solo reinan en las calles, sino también en las cárceles: antes del año 2000, los miembros de las distintas maras estaban encerrados en el mismo lugar en El Salvador, lo que parece sorprendido para hombres que se arriesgan la vida para diezmar las filas de las pandillas rivales. Entre 2000 y 2001, para no echar leña al fuego los pandilleros fueron separados en las cárceles. En efecto, cuando los miembros de las 2 maras estaban encarcelados, ocurrieron algunos accidentes entre pandilleros contrarios que empujaron al gobierno a separar los presos. Por ejemplo, en una cárcel salvadoreña, oficiales encontraron a un grupo de miembros de la Mara Salvatrucha jugando al futbol con la cabeza de un pandillero del Barrio 18. [...]
[...] Un pandillero afirma: la guerra, y durante una guerra podemos morir de la noche a la mañana”, y otro declara: la mara vivir, por la mara morir.” En las ciudades, si las clicas viven separadas, no viven muy lejos unas de otras, no se necesita más de 10 minutos para pasar del territorio de la MS 13 al de la 18. Es una razón por la cual la tensión entre estos grupos es muy fuerte. Para los pandilleros, el objetivo es saber quién pertenece a cual grupo, y donde vive para saber bien quien y donde atacar. Violencia provoca violencia, y también miedo. [...]
[...] Hoy, multiplican sus actividades de extorsión y extienden sus territorios para intentar alcanzar un nivel internacional: es por lo que hoy los Estados Unidos temen que la MS 13 y el Barrio 18 se vuelvan una amenaza para la seguridad de los americanos. Además, los pandilleros obtienen armas con facilidad, y los usan con tanta facilidad. Es cierto, representan un peligro para los ciudadanos que viven muy cerca de estas pandillas, y también en los países subdesarrollados. No obstante, las maras no son mafias, no son grupos del crimen organizado, el peligro es diferente. Pero la violencia queda la misma. [...]
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