Para muchos el sustantivo “Brasil” todavía evoca imágenes como las de “armonía racial” o de “paraíso de mestizaje”. Pero este mito de la “república racial” tiene que ser matizado ya que hoy en día Brasil tiene que enfrentar disparidades sociales indisociables de la cuestión racial. Al estudiar la historia brasileña, esta situación aparece, entre otras cosas, como el resultado de tres siglos de esclavitud.
En efecto, desde el descubrimiento de la tierra de Santa Cruz por Pedro Álvarez Cabral en 1500, los portugueses desarrollaron el cultivo del azúcar y más tarde del café y consecuentemente el recurso a una mano de obra originaria de África empleada en los latifundios: “o Brasil e o café e o café e o negro”. Desde entonces, la esclavitud era puesta en marcha en Brasil.
Aunque el fenómeno tuvo una huella innegable en la historia brasileña a partir del siglo XVI, nuestra exposición se enfocará más específicamente en el siglo XIX, período en el cual la esclavitud, que seguía desempeñando un papel primordial en la sociedad y la economía, fue abolida.
Entonces podemos preguntarnos cómo, a pesar de su rol tan importante, el fenómeno de la esclavitud pasó de la realidad a la historia. Es también posible analizar los debates alrededor del tema como un revelador de las tensiones sociales. En fin, parece relevante cuestionarnos a propósito de la integración de los negros en la sociedad después de 1888. Intentaremos enseñar en qué medida la esclavitud en Brasil marcó el país, para ver que su difícil paso hacia la abolición impidió una llena integración de los negros en la sociedad.
Para contestar estas preguntas estudiáremos primero el papel importante de los esclavos en la sociedad brasileña, y su paradójica posición entre omnipresencia e indiferencia. Luego, veremos el proceso gradual y laborioso hacia la abolición de la esclavitud, para ver al final en qué esto dejó profundos estigmas en la construcción de la sociedad brasileña.
[...] El desarrollo de este recurso puso en marcha el traslado masivo de esclavos desde las regiones azucararías hacia el Sudeste. Entre 1850 y africanos llegaron a Río de Janeiro. Ambos ejemplos tienden a enseñar que los latifundistas no podían considerar su economía sin los esclavos, y por eso todos los medios eran usados para que la esclavitud siguiera siendo vigente Una parte de la sociedad en margen Si los esclavos trabajaban particularmente en las plantaciones agrícolas, estaban en realidad presentes en todos los ámbitos de la sociedad, ya sea en las minas en las casas para las tareas domésticas. [...]
[...] Fue una abolición progresiva y progresista. De hecho, en 1850 la ley Eusebio Queiros prohibió la trata de negros. En realidad, si fue un avance en la teoría, en la práctica no cambió nada para los esclavos que ya estaban en Brasil. Además si se paró el comercio legal internacional de negros, el tráfico ilegal perduró, igual que el comercio interior al país. En 1867, el discurso de Don Pedro II plantea explícitamente el problema de la esclavitud. En 1871, la ley del “vientre libre” promovió la emancipación gradual y lenta de los esclavos, con indemnizaciones para los propietarios. [...]
[...] Así nos damos cuenta, más allá de los juicios de valor, de que el régimen esclavista conocía límites, lo que condujo un proceso hacia la abolición ineluctable pero laborioso. Los estigmas de la esclavitud en la sociedad brasileña Una libertad jurídica sin reinserción social El 13 de mayo de 1888, la Princesa Isabel, que substituía al emperador, firmó la Ley Aurea, libertando así cerca de esclavos negros. Sin embargo, la libertad no bastaba para que el antiguo esclavo pudiera vivir decentemente. [...]
[...] De hecho, los latifundistas, que temían a que su economía se viera perjudicada por la posible abolición de la esclavitud, querían dotarse de una mano de obra servil antes de que fuera imposible. Este fenómeno aparece claramente en los años 1940. En previsión de un futuro paro del tráfico de negros debido a las presiones ingleses, la demanda de esclavos subió considerablemente. En 1845 la importación de africanos se cifraba a personas, mientras que se evalúa en 1948 a individuos. [...]
[...] Este sentimiento de hostilidad hacia los esclavos nuevamente libres aparecía también en el sentimiento de miedo frente a los negros que seguía siendo vigente: obsesionados por una posible venganza de los negros maltratados durante tres siglos, la sociedad estaba hundida en un permanente atmósfera de auspicia reciproca. Así se puede afirmar que la abolición de la esclavitud en Brasil dio luz a una sociedad compartimentada. Una sociedad aún muy fragmentada La esclavitud, entonces, dejó muchas huellas en la sociedad, tanto por la importancia del fenómeno como por su tardía abolición. En realidad, no parece ser excesivo afirmar que determinó, por gran parte, las actuales fracturas sociales en Brasil, resultantes de disparidades raciales. [...]
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