La privatización debe ser vista como parte de un programa más integral de reformas para crear la base de una economía de mercado. Las privatizaciones son, en el corto plazo, un elemento decisivo para poner orden en las cuentas del sector público.
Uno de los ejes para el éxito de la privatización es desarrollar adecuadas instituciones reguladoras y capacidades para regular.
La privatización no es una simple transferencia de propiedad del sector público al privado, es un medio para mejorar la eficiencia y la competitividad de la empresa. Este fenómeno se ha acentuado, dado que los mercados nacionales cerrados son ahora mercados globales. Sólo organizaciones flexibles con capacidad de adaptación y de respuesta rápida pueden pues sobrevivir.
Las empresas del Estado, salvo raras excepciones, arrojan pérdidas cuantiosas y, al privatizarlas, se obtiene entonces un doble beneficio: por una parte, ingresan a las arcas del fisco los valores correspondientes a la venta, produciendo un alivio inmediato en el déficit fiscal; por otra parte, se elimina del presupuesto la recurrente carga de las pérdidas que, año tras año, van produciendo dichas empresas. Es decir que, en definitiva, se produce una de las situaciones que más ambicionan los administradores; un aumento de los ingresos con una simultánea reducción de los egresos. Los nuevos dueños de las empresas, además, se ven obligados a realizar las inversiones y los trabajos de mantenimiento que generalmente descuidan sus gestores públicos, con lo cual resultan capaces de ofrecer mejores productos y servicios, aunque no al costo subsidiado que tenían antes.
[...] Uno de los ejes para el éxito de la privatización es desarrollar adecuadas instituciones reguladoras y capacidades para regular. La privatización no es una simple transferencia de propiedad del sector público al privado, es un medio para mejorar la eficiencia y la competitividad de la empresa. Este fenómeno se ha acentuado, dado que los mercados nacionales cerrados son ahora mercados globales. Sólo organizaciones flexibles con capacidad de adaptación y de respuesta rápida pueden pues sobrevivir. Las empresas del Estado, salvo raras excepciones, arrojan pérdidas cuantiosas al privatizarlas, se obtiene entonces un doble beneficio: por una parte, ingresan a las arcas del fisco los valores correspondientes a la venta, produciendo un alivio inmediato en el déficit fiscal; por otra parte, se elimina del presupuesto la recurrente carga de las pérdidas que, año tras año, van produciendo dichas empresas. [...]
[...] V. Las razones para nacionalizar VI. El caso de España 1. Presentación Aspectos de la colocación en Bolsa VII. Conclusión I. Definición 1. ¿Qué es la privatización? La privatización debe ser vista como parte de un programa más integral de reformas para crear la base de una economía de mercado. Las privatizaciones son, en el corto plazo, un elemento decisivo para poner orden en las cuentas del sector público. [...]
[...] Una colocación de acciones permite la privatización parcial de una empresa. Una empresa que realiza varias colocaciones llega a una privatización total. También la venta directa de una sociedad pública a una empresa del mismo sector, pero que ejerce en el sector privado, es una privatización total. Durante este periodo, existían tramos minoristas con costes de colocación muy superiores a los tramos institucionales, en forma de descuentos y otros incentivos adicionales. La comprensión se hace mejor cuando se entienden los tramos minoristas e institucionales. [...]
[...] Después, hace falta: Tener acceso a toda la información disponible y a su interpretación cualitativa por los profesionales de ese mercado; una comunicación fluida con el sindicato es muy importante. Entender muy bien el proceso tan complejo en el que está envuelto: los condicionales jurídicos, los incentivos económicos de los agentes, la naturaleza de los inversores, los conflictos de interés que pueden surgir. No sirve para nada la información si no se tiene capacidad para aprovecharla. Tener la capacidad de tomar medidas a partir de esa información e interpretación, de forma que contribuya a conseguir los objetivos planteados. [...]
[...] La socialización posee un contenido más sociológico que económico-jurídico, y se refiere a cualquier tipo de nacionalización o estatificación, incluyendo todas las formas públicas o colectivas de propiedad. La colectivización responde a esquemas marxistas y a una interpretación crítica del capitalismo de Estado. Las empresas nacionalizadas exigen un gran volumen de inversión pública. El tema del control de las empresas constituye hoy uno de los objetivos fundamentales de cualquier gobierno. V. Las razones para nacionalizar Las causas de la nacionalización son muy variadas: ideológicas, económicas, políticas, sociales, técnicas. La industria nacionalizada puede convertirse en un instrumento importante al servicio de la Política económica. [...]
Source aux normes APA
Pour votre bibliographieLecture en ligne
avec notre liseuse dédiée !Contenu vérifié
par notre comité de lecture