El tema de la globalización y del mundo rural es muy interesante de tratar. Es el encuentro entre dos variables temporales. De hecho, la asociación de los dos términos crea un tipo de oposición entre lo tradicional y lo moderno.
Esa es la llave de la problemática, es decir, saber cómo el mundo rural contemporáneo, dominado por la actividad agrícola, ha recibido la evolución vinculada con el fenómeno de globalización.
Lo que debemos recordar es, en un primer tiempo, la mutación del mundo rural a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, una mutación que ha conllevado o reforzado las desigualdades y diferencias entre los países, en particular los del Sur con los del Norte del planeta. Este cambio mayor ha convertido la producción agrícola en una actividad nueva, internacionalizada y sobre todo multifuncional.
La cuestión agrícola se plantea bien en las economías y sociedades contemporáneas y todos deben tomar en cuenta, cada día, la realidad socioeconómica de sus regiones rurales. Es decir los actores económicos, socioculturales, institucionales, políticos así como las ONG que tienen cada vez más poder en las negociaciones actuales.
Todos deben contribuir a la integración y al desarrollo de la actividad agrícola, lo que es el objetivo principal a alcanzar, a pesar del desafío de la globalización, que ofrece a la vez ventajas e inconvenientes.
Hay que subrayar el problema del medioambiente acercado de la actividad agrícola. El respeto del medioambiente caracteriza cada vez más al mundo rural y se ha convertido en una preocupación internacional cotidiana.
Por otra parte, tenemos que enterarnos de los conflictos actuales que oponen a un sinnúmero de países en la escena mundial como el problema las subvenciones. Muchas cosas están en juego cuando se habla del mundo rural que siempre ocupa gran parte de nuestro planeta: el problema del hambre, del medioambiente, de la contaminación, y sobre todo de los países del Sur, grandes productores agrícolas que no logran desarrollarse.
[...] Así, la OMC como mediador de los intercambios internacionales intenta resolver los problemas de las subvenciones y entonces les ha clasificado a través de cuatro categorías diferentes. Rojo: subvenciones que afectan a los intercambios de productos agrícolas. Naranja: subvenciones que pueden afectar a los intercambios. Azul: subvenciones toleradas con un programa de limitación de la producción. Verde: subvenciones sin efectos sobre el mercado mundial. Actualmente, las negociaciones de la OMC tienden a eliminar las subvenciones clasificadas en las categorías rojo y naranja. [...]
[...] Oposición países del Sur/países del Norte: La globalización no tuvo los mismos efectos en la agricultura de los países desarrollados y la de los países en vías de desarrollo. 1-Países del Sur: Los países del Sur del planeta no se han beneficiado de las ventajas de las subvenciones y los agricultores tuvieron que exportar, y todavía hoy, sus producciones a precios muy baratos. La agricultura de estos países se dirige hacia una producción de productos que necesitan una mano de obra poco cualificada y barata también. [...]
[...] El Sur, podría inundar nuestros mercados con sus productos en caso de una supresión de las subvenciones. Se forma pues una movilización política de muchos países que reivindican su voluntad de estar más presentes en la escena mundial y refutan los efectos de una globalización demasiado intensiva. IV-Conclusión: El tema de la globalización y del mundo rural es muy interesante de tratar. Es el encuentro entre dos variables temporales. De hecho, la asociación de los dos términos crea un tipo de oposición entre lo tradicional y lo moderno. [...]
[...] El GATT tuvo que ser una tribuna de negociaciones en el mercado para las economías mundiales. Concretamente, el GATT tendía a bajar los derechos arancelarios para que uno pueda comerciar más fácilmente con el exterior. Eso ocurrió en una lógica claramente liberalista. Por ejemplo, uno de los principios del GATT, llamado “tratamiento nacional”, estipula que un producto extranjero no debe sufrir un tratamiento menos favorable que un producto que viene del territorio nacional. Ese tipo de principio subraya bien el fenómeno creciente de la globalización. [...]
[...] La agricultura de secano comienza a reducir los barbechos: con la utilización de abonos, los ciclos de cultivos y los regadíos. La introducción de cultivos comerciales debilita el sistema tradicional, comprometiendo el equilibrio biológico del suelo y obligando a los distintos pueblos a cultivar productos que ellos mismos no van a consumir. La agricultura de plantación En los países subdesarrollados coexisten dos tipos de agricultura opuesta, la agricultura tradicional de subsistencia y la agricultura capitalista de plantación. Una plantación es, según la definió la OIT en 1958, una explotación agrícola, situada en una región tropical o subtropical, que emplea regularmente a trabajadores asalariados y en la que, con fines comerciales, se cultivan o producen, en régimen de monocultivo, productos tropicales. [...]
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