El cambio climático es un problema que afecta a todos los países del mundo así como a las generaciones presentes y futuras. Por consiguiente, se debe crear un acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático. Después de más de treinta años de estudios científicos y de muchos acuerdos, se creó el Protocolo de Kioto en 1998 y fue ratificado en 2005. Su principal objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, consideradas como la principal causa del calentamiento global. Sin embargo, al ser un acuerdo internacional, el Protocolo de Kioto plantea problemas para adaptarse a todos los países que han ratificado el acuerdo.
[...] Así, la reducción de los países que ratificaron el protocolo seguirá siendo muy débil con respecto a las emisiones de gases de estos países. Además, en un futuro muy próximo estos países, especialmente China, que tiene un potencial de desarrollo muy grande, aumentarán sus producciones para responder a la demanda internacional, lo que aumentará el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero. [...]
[...] Así, la comunidad internacional decidió empezar la lucha contra el cambio climático. A. La lucha contra el cambio climático Todos los países son responsables del cambio climático, aunque los países desarrollados lo son más que otros, dado que sus actividades de producción son más intensivas. Por consiguiente, la lucha debe ser equitativa en cuanto al reparto de los esfuerzos de los diferentes países. Además, se plantea el problema de países con menos recursos como los países en vías de desarrollo, que no pueden soportar una reducción de su actividad de producción. [...]
[...] En efecto, las empresas españolas no serán capaces de comprar permisos de derechos de emisión y no podrán aumentar su nivel de producción para seguir siendo competitivas con otros países europeos. A largo plazo este problema puede tener consecuencias sobre el empleo, las exportaciones o más bien en la balanza comercial. De hecho, España está lista para recibir fondos estructurales y cumplir con sus objetivos de Kioto y para no poner en peligro su economía. Para concluir, podemos hacer el balance del protocolo del punto de vista de los países que le han ratificado y del punto de vista del medio ambiente. [...]
[...] Algunos países pueden aumentarlas como Noruega e Islandia, ya que su producción no es intensiva. Por otro lado, se imponen multas y sanciones si los países superan las emisiones de gases previstas por el protocolo. Las multas representan el 30% del exceso emitido, y pueden suspender la posibilidad de comprar derechos de emisión. Los sectores de la economía concernidos por la reducción de los gases representan una parte del sector industrial y energético. Paradójicamente, los sectores que más emiten gases: los servicios, los transportes y el sector residencial están excluidos de la regulación de las emisiones de gases. [...]
[...] Además el calentamiento conllevará enfermedades de tipo tropical traídas por mosquitos. Sobre la economía : Los sectores que necesitan agua para trabajar, como la agricultura estarán afectados, lo que implicará la pérdida de numerosos empleos, lo mismo con la actividad del turismo, sobre todo en las costas afectadas por la subida del mar y los fenómenos meteorológicos extremos. Así, se debe encontrar un justo equilibrio entre medio ambiente, crecimiento económico y protección social (empleo). Estos riesgos sólo se podrían reducir si las acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero empiezan casi de inmediato y se mantienen en largo plazo. [...]
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