La naturaleza misma y razón de ser de la sociedad conlleva la interrelación de todos sus elementos; por ello todo cambio social implica una sucesión de nuevos cambios. Así, si el mero cambio ideológico acarreará otros, con mayor razón en el caso de este factor, ya que la ideología nace siempre con vocación de influir en la sociedad y en las gentes. Esto queda perfectamente recogido en su definición: un sistema de ideas y de juicios, explícito y generalmente organizado, destinado a describir, explicar, interpretar o justificar la situación de un grupo o de una colectividad, y que, inspirándose ampliamente en unos valores, propone una orientación precisa a la acción histórica de ese grupo o de esa colectividad [1]. Se trata, en definitiva, en un poderoso factor de cambio, pero que cobrará una mayor relevancia en el caso de las jóvenes naciones resultantes de la descolonización, en su pugna por salir del prolongado letargo de subdesarrollo.
En este caso, la noción del desarrollo del subdesarrollo -que está estrechamente ligada a la visión del mundo y es proclive a ser instrumentalizada según intereses propios- supondrá según la variación de su percepción por el etnocéntrico mundo occidental o por las élites locales occidentalizadas, la aplicación de unas u otras vitales políticas desarrollistas. Al fin y al cabo, son los hombres quienes forjan la historia de las sociedades. Y puesto que estos agentes de cambio (élites, grupos de presión, partidos, movimientos sociales,…) expresan y manipulan las ideas, definirán por tanto las pautas de la transición al capitalismo avanzado de las excolonias desde la década de los 50. Hay que precisar igualmente, que la ideología no es por sí misma un factor único de cambio. Por ello, en el análisis de las ideologías, nos remitiremos siempre a su contexto, ya que éstas expresan las aspiraciones particulares, los temores o las ambiciones de una colectividad, las luchas de un grupo o de varios grupos concretos en un período histórico específico. Así, en lo que a la noción del desarrollo se refiere, la confluencia de intereses cristalizará en la predominancia de una u otra ideología, y muy diversas medidas políticas con las que acelerar la sucesión de etapas en la transición lineal de la sociedad tradicional a la sociedad capitalista moderna, tras la emancipación de las colonias.
Desde que dio comienzo el proceso de descolonización, la visión del desarrollo ha estado estrechamente ligado a la misma definición del cambio social. De ahí que sus autores más representativos, sean precisamente los canalizadores de las dos grandes concepciones tratadas en este trabajo. Los dos grandes referentes serán Marx y Weber, tanto en su formulación original, como, y muy especialmente, en la forma en que desde diferentes posiciones han sido habitualmente interpretados. Con ellos se sustentarán dos visiones encontradas, que pugnarán por imponerse a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.
· Por un lado irá la teoría de la dependencia, que abogará por reformar la estructura económica internacional, tan injusta para el llamado Tercer Mundo. Estando por tanto condicionados los procesos de cambio social por el desarrollo económico, cuya solución variará entre una actitud reformista, de cierta inspiración keynesiana y la radical , neomarxista, que impulsará cambios drásticos por la vía revolucionaria.
· Por otra parte, la otra gran construcción ideológica estará impregnada de un cierto etnocentrismo cultural, ya que intentará reproducir el modelo occidental de sociedad. Su legitimación la obtendrá de la interpretación más extendida y convencional de Weber, que sugiere la relación significativa entre la existencia de unos determinados valores y el surgimiento de unas determinadas formas de desarrollo económico.
Se trata en definitiva de una dicotomicidad de soluciones para un conjunto de países llamado "en vías de desarrollo", cuya trayectoria era múltiple y diversificadas, pero tienen el nexo común de que todos ellos se transformaban profundamente y a un ritmo rápido e incluso brutal.
[...] La guerra francoprusiana de 1870 fue el episodio que consolidó la unidad alemana. Guillermo I fue el primer emperador y Otto von Bismarck, el primer canciller. En treinta años, Alemania se convirtió en una de las grandes potencias industriales, con un poderoso desarrollo de la siderurgia, la mecánica, las comunicaciones, la electricidad y la química, un Ejército moderno y bien equipado y una sólida alianza con Austria-Hungría Durante esta época, Gran Bretaña se convertirá en la primera potencia mundial gracias a sus dominios coloniales y a la pujanza de su industria. [...]
[...] Ed. Herder. Barcelona Weber, Max: Economía y sociedad. Fondo de Cultura Económica. México La ética protestante y el espíritu capitalista.Ed. Península. Barcelona Yabar, A.: Cambio social y desarrollo económico. [...]
[...] Península pág Reflexión teológica nacida del compromiso de los cristianos en la lucha contra la opresión en la América Latina. De raíces europeas es ante todo una hermenéutica. Se trata de hacer teología desde la praxis liberadora de los pobres y oprimidos, que constituye un auténtico "lugar teológico", donde se percibe lo imperceptible desde otros puntos de vista. Ante la situación de miseria y de injusticia de la América Latina, la Iglesia tendría que ser la "Iglesia de los pobres". [...]
[...] Así mismo son los que entronizan la capacidad cognitiva del actor con el fenómeno psicológico de la profecía autocumplidora y el heurístico del sesgo del mundo justo. Si bien es la capacidad cognitiva del individuo, unida a adquirir conciencia de clase, lo que puede dar plausibilidad al cambio de estructura, esto seria conjetural sino fuera acompañado por un cambio en su parte objetiva, es decir, en el control y apropiamiento de los medios de producción, en otras palabras es el cambio de la realidad empírica material la que posibilita el cambio subjetivo de como los individuos interiorizan su posición y su fuerza dentro de la estructura. [...]
[...] Además del económico habría otros factores -que comprenden el poder militar, los modos de gobierno, las ideologías- que son con frecuencia, de igual o superior importancia Relación con el subdesarrollo La teoría de Weber va a ser una de los cauces por los que transcurrirá el debate teórico de la evolución de los países empobrecidos. Según ésta, las características económicas, tecnológicas y también sociológicas serán la base de todo el proceso, ya que son los patrones sociales y culturales, los que determinan los modelos de desarrollo. [...]
Source aux normes APA
Pour votre bibliographieLecture en ligne
avec notre liseuse dédiée !Contenu vérifié
par notre comité de lecture