Los intelectuales ante la violencia

Résumé du document

Si hay una certeza es la permanencia de la existencia de la violencia, este es un fenómeno generalizado en la naturaleza. Esto obviamente no es homogéneo, hay diferencias de grado en su ejecución y su motivación.
Para los animales, la violencia es principalmente afiliada a la idea de la supervivencia, en busca de alimentos, pero no sólo, como para los seres humanos tiene un carácter de mantenimiento del orden social por el fenómeno de la marca de territorio, o luchar por el lugar de la dominación masculina. El hombre no es más que un animal sofisticado, estas funciones existen, pero la violencia se divide, es la conciencia de los demás que ofrecen la posibilidad de violencia psicológica. La violencia de la supervivencia puede ocurrir por un robo o en legítima defensa, el principal cambio es que la violencia para mantener el orden social pasa de la inclusión en los genes a la institucionalización (la represión, los cultos religiosos, la tortura ), lo que exige una conciencia, sino también una aceptación del fenómeno. De la violencia "herramienta" sigue otra forma de violencia esencialmente humana, la violencia global y organizada, cuya expresión es la más evidente: la guerra. La última etapa de la presencia de la violencia en las sociedades humanas es la violencia gratuita o únicamente motivada por el deseo del agresor, lo que es más difícil de analizar debido a la personalización del acto y, por tanto, a la extrema diversidad.

Extraits

[...] Los intelectuales ante la violencia Si hay una certeza es la permanencia de la existencia de la violencia, este es un fenómeno generalizado en la naturaleza. Esto obviamente no es homogéneo, hay diferencias de grado en su ejecución y su motivación. Para los animales, la violencia es principalmente afiliada a la idea de la supervivencia, en busca de alimentos, pero no sólo, como para los seres humanos tiene un carácter de mantenimiento del orden social por el fenómeno de la marca de territorio, o luchar por el lugar de la dominación masculina. [...]

[...] El papel de los intelectuales es un papel de detonador de debate, pero también de actor de este debate, lo que implica una posición clara. La manera de pensar la violencia de los intelectuales varía con el tiempo, hace poco se podía observar un cambio general desde los años 70. Los intelectuales de la época lograron cierta legitimidad para la violencia en ciertos casos: revolucionarios, anarquistas, incluidos en una liberación nacional; entonces pasaron a una condena total de la violencia. [...]

[...] Esta violencia es la violencia más fácil de atacar porque se identifica, formalmente codificada, y si es oficialmente codificado, significa que estos códigos se pueden cambiar. Vemos las imágenes con el movimiento contra la tortura, la represión policial excesiva o los regímenes dictatoriales. Una vez más, si la violencia de monopolio estatal es totalmente legítima y necesaria para mantener cualquier sociedad que sea debe ser, de acuerdo con los intelectuales, minimizada y controlada, regulada y responsable (la desaparición de la impunidad). [...]

[...] Esto refleja la complejidad del fenómeno, que aparece en muchas formas y grados diversos. Sin embargo, se puede observar una cierta evolución de las sociedades hacia violencias (al menos físicamente) más ligeras, es realmente una transferencia de la violencia de las personas cada vez más hacia la autoridad (el Estado). Es la idea del monopolio de la violencia legítima Weber, o del Leviatán de Hobbes. El Estado por sus acciones coercitivas y de acción legal debe prevenir la violencia particular ilegal. [...]

[...] Si la lucha contra todas las formas de violencia institucionalizada es encomiable y una parte integral de la función de los intelectuales, sus posiciones en frente a la violencia particular son mucho más complicadas, esta violencia es diversa, contextual y local. Surgen como los denunciantes, pero el análisis debe ser individualizado considerando a cada tipo de violencia y su medio ambiente que implica lo subjetivo inevitablemente. Pensar la violencia se convierte en interpretar las violencias, pero los medios para reducirlos son mucho más complejos, porque se trata de contrarrestar actitudes individuales agregados. [...]