Análisis en español sobre la relación que existe en América Latina entre la ciudadanía y la democracia.
[...] La función de los ciudadanos es aquí de contralar a la clase política a través de campanas y presiones legitimas, y interferir en la pauta política, civil, económica y social. En América Latina la democracia se desarrolla desde el principio de la década de los 80, y por consecuencia los gobiernos han puesto en marcha el proceso de la ciudadanía, garantizando los derechos y las libertades fundamentales. Pero veremos que la democracia y el ciudadanía actuales en América Latina son incompletas. Cuando hablemos de ciudadanía debemos que determinar 3 tipos de ciudadanía. [...]
[...] En modo de conclusión podemos repetir que la ciudadanía es constitutiva de la democracia en América Latina. Sin una ciudadanía integral, los países latinoamericanos no podrían ser realmente democráticos. Antes de todo, la ciudadanía política debe ser desarrolladla en todas las regiones, porque todavía se produce de manera desigual, lo que no es democrático. Solo es cuando esta ciudadanía política sera totalmente efectiva que los países deberán desarrollar sus ciudadanías civil y social, luchando contra la desigualdad, la pobreza, la discriminación . [...]
[...] Con esta concepción, el ciudadano es alguien se reconoce y busca ser reconocido como integrante de una sociedad que tiene deberes indelegables para con ella, y que tiene la posibilidad de decidir, elegir, optar o escoger. Respecto a estas definiciones, de qué manera podemos pensar la relación entre ciudadanía y democracia en América Latina? Mostraremos para empezar porque la ciudadanía es constitutiva de la democracia, antes de ver porque en América Latina no podemos hablar de ciudadanía total, y por fin veremos que una ciudadanía incompleta y desigual tiene consecuencias sobre la construcción de la democracia. Pues, por ciertos ciudadanía y democracia se confunden. [...]
[...] Estos 3 tipos de democracia forman lo que se llama la ciudadanía integral, la que es constitutiva de la democracia. Relativo a la ciudadanía política, podemos decir que se aplica positivamente en la mayoría de los países latinoamericanos: las elecciones son libres, independientes y regulares, permientiendos la puesta en cuestión regular de los gobernantes por los gobernados. Sin embargo, los datos (del PNUD por ejemplo) muestran que la participación política es irregular en América Latina y que los partidos políticos atraviesan una verdadera crisis. [...]
[...] Para empezar, hay defectos en la ley y en su aplicación : en ciertos casos leyes discriminan a mujeres o a minorías o no les protegen de los privilegiados que tienen como una impunidad. Además, ciertas burocracias no respectan el principio democrático de igualdad entre los ciudadanos: ciertos ciudadanos tienen muchas dificultades para obtener un permiso de construcción o un empleo. De la misma manera, su acceso al poder judicial es muy difícil. Además O'Donnell pone de relieve lo que dicho a propósito de la ciudadanía social: la inegalidad y la pobreza es absoluta. [...]
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