"Doña Perfecta", análisis del segundo capítulo, Benito Pérez Galdós

Résumé du document

Este extracto está sacado de la novela realista Doña Perfecta, escrita por Benito Pérez Galdós en la secunda parte del siglo XIX. Más precisamente, se trata del principio del segundo capítulo de la obra, titulado “Un viaje por el corazón de España”. Pedro Lucas, aldeano también conocido como Licurgo, vino a buscar a José de Rey a la estación de Villahorrenda para llevarlo a Orbajosa, en casa de su tía y tal vez futura cuñada, Doña Perfecta. Como lo muestra el título del capítulo, empieza entonces un largo recorrido hacia Orbajosa, que da la ocasión a los dos personajes de hablar juntos en un diálogo, primero a propósito de Doña Perfecta y sus familiares, luego acerca del camino y del paisaje. Sin embargo, el realismo no significa una pintura neutral de la realidad. Al contrario, lo que hace la literalidad de este texto realista, es lo cómico que se desprende y que se pone al servicio de una crítica social. Pero tampoco el texto se limite a una sátira. Desemboca en una verdadera reflexión metafísica, más allá de las contingencias.

Extraits

[...] La pintura muy realista de los ridículos de la sociedad española de los fines del siglo XIX tiene aquí un alcance tan psicológico, como político, filosófico, moral o literario. Este texto se caracteriza por los simbolismos e ironías, ya que cada nombre propio o de algún lugar representa una perfecta relación de humor negro y de burla. Los valores de una sociedad conservadora son criticados, y la religiosidad enmascarada denunciada abiertamente. Se puede suponer que esta sinceridad será causa de disgustos y disputas para Pepe Rey que se atrevió a enfrentarse con el inmovilismo y la hipocresía del mundo rural. [...]

[...] Dos visiones distintas del mundo se destacan entonces, en relación con el marco donde ocurren los hechos. Galdós nos describe aquí de manera estilizada el enfrentamiento histórico entre liberales y conservadores, que hubo durante las Guerras Carlistas. Dos ideologías se destacan: una visión liberal centrado en la metrópoli y encarnada por Pepe Rey; una visión regional de provincia, con una gran fe religiosa, opuesta a cualquier idea nueva que pudiera modificar sus creencias, y ciega acerca del desastre de su situación social y económica, encarnada por Licurgo. [...]

[...] Es de notar el empleo del subjuntivo y del futuro, típico de las plegarias. Como nunca habla en primera persona, echa la responsabilidad de sus palabras, aunque prosaicas, a una autoridad pretendidamente divina, sometiéndose a ella, lo que da a su discurso una tonalidad cómica. El ditirambo hacia Doña Perfecta es muy revelador de este aspecto. Primero, las bendiciones no vienen del cielo, sino de la tierra, lo que colora el término “bendiciones” de cierta ironía. Luego, la imagen de la metamorfosis de Doña Perfecta en pájaro, que se quiere a la vez poética y religiosa, ridiculiza totalmente a Doña Perfecta. [...]

[...] El discurso del personaje parece inscribirse en un nominalismo antiguo, un neocratileismo, que trata de equiparar el nombre de la cosa a la cosa en sí; y si no coinciden el nombre en atrapar la esencia de lo nombrado, entonces una de dos: o es flatus vocis (es el caso que, más o menos, contempla el personaje, porque no llega a negar la realidad de lo existente), o bien la cosa no tiene realidad ontológica. Más que una crítica social, se trata aquí de un verdadero manifiesto del realismo, que se opone a todas las mentiras del idealismo romántico. Así no hay nada casual en los nombres escogidos por Galdós. [...]

[...] Su posición social debe de ser muy importante en Orbajosa. Rosario se parece mucho a su madre, es tan guapa cómo ella. En cuanto a Cayetano, es percibido por Licurgo como un ser marginado y extraño. Disfruta dedicándose a sus excavaciones arqueológicas y almacenando datos para su biblioteca, lo que parece, para el aldeano inculto que representa Licurgo, una rareza. El vocabulario empleado para describirlo es bastante peyorativo: el diminutivo de “demonches de garabatos”. Licurgo nos enseña también que Pepe Rey viene para casarse con Rosario. [...]