Dentro de unos días tendré un poco de descanso, desafortunadamente no todo el tiempo que quisiera. De todas formas, aunque estaré de vacaciones poco tiempo, no podré descansar realmente. Pero si logro liberarme al menos unas horas de mis tareas domésticas cuidando a mis seis hijos y preparando la cena de navidad y las fiestas de fin de año, me dedicaré a soñar en algún proyecto loco que no realizaré nunca, pero que tal vez me ayudará a cambiarme las ideas negativas que me afectan en estos últimos tiempos.
[...] Luego podría viajar por todos los países y ciudades sin arriesgar la vida, y sin necesidad de visa ni avión, solo con la imaginación. Una de las cosas más sorprendentes sin duda alguna sería la experiencia de encontrarme al otro lado de la galaxia en un tempo increíblemente corto, solo en unos cuantos minutos, en medio de una ciudad totalmente desconocida y rodeada de personajes semejantes, aparentemente tan humanos como nosotros, al menos en su apariencia exterior y en su manera de vestir y de andar.Ycompartiría las costumbres de estos seres casi humanos de otro mundo durante unas cuantas semanas. [...]
[...] Aprenderé muchas cosas sobre nosotros mismos, como lo pequeño que somos en la inmensidad del Universo. Y lo relativo que serían nuestras vidas individuales ante la grandiosidad del cosmos. Si me alcanzara el tiempo para conversar con los más sabios de los habitantes de mi planeta de destino, les preguntaría si tuvieran conocimiento del nuestro, y si es así lo que pensaran sobre la Tierra. ¿Cómo serían estos seres tan parecidos a nosotros pero al mismo tiempo tan lejanos en el espacio-tiempo? [...]
[...] Por qué no, después de todo soy una estupenda cocinera y les convidaría a los mejores platos de mi repertorio culinario. Y así, poco a poco, con dulzura espiritual, iría volviendo a mí, descendiendo paso a paso de mi sueño interplanetario, planeta tras planeta tomaría conciencia del final del afortunado viaje, haría una pausa en Europa, el interesante satélite del enorme Júpiter, en donde constataría su océano de agua salada y líquida bajo el hielo. Todo ello, antes de ponerme a desplumar el pavo que tengo planeado preparar para Navidad. [...]
[...] Cuál sería tu viaje ideal para ir de vacaciones Dentro de unos días tendré un poco de descanso, desafortunadamente no todo el tiempo que quisiera. De todas formas, aunque estaré de vacaciones poco tiempo, no podré descansar realmente. Pero si logro liberarme al menos unas horas de mis tareas domésticas cuidando a mis seis hijos y preparando la cena de navidad y las fiestas de fin de año, me dedicaré a soñar en algún proyecto loco que no realizaré nunca, pero que tal vez me ayudará a cambiarme las ideas negativas que me afectan en estos últimos tiempos. [...]
[...] Si pasara por la luna saludaría a sus habitantes de la cara oscura, muy bien abrigados del frío, así como a los que vería en la cara soleada, en vestido de baño. En el viaje de ida, también haría una escala técnica en Marte, a donde ya se prepara una misión permanente dentro de unos años. Si mi experiencia fuera exitosa, ya no seguiría siendo algo tan complicado de entender para los terrícolas la importancia de explorar nuestro sistema solar e incluso ir más allá. Y si regresara con vida de semejante aventura, ¿qué otros viajes interplanetarios no podríamos hacer? [...]
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