Idéalité, identité culturelle, Religion, monde, bonheur, vie en collectivité, humanité
Con el pasar del tiempo, el ser humano evolucionó de una manera totalmente radical. Continuar viviendo de esta manera no era para nada sostenible y cambiar la manera de pensar y de actuar se convirtió en algo imperativo.
La humanidad había llegado a un punto de quiebre y la única manera de sobrevivir era buscar el bien común a través de la cooperación mutual. Solo así podríamos alcanzar la felicidad: construir todo desde cero y llegar hasta lo que hemos llegado hoy en día: Un mundo ideal... Una muestra de esto la encontramos en la vida de estas cuatro personas.
[...] De esta manera todos pueden contribuir de la manera más entusiasta posible para hacer el mundo cada día mejor. Gabriel tiene 28 años y es arquitecto. Se encarga de diseñar edificios con alta eficiencia energética para disminuir el impacto del hombre sobre el medio ambiente y así asegurar un futuro mejor para la humanidad. Sus padres son judíos y lo han criado como tal. Es un inmigrante español. Se fue a Argentina para ejercer la profesión que tanta pasión le produce. Iris tiene 26 años y estudió ciencias políticas. [...]
[...] El apoyo mutuo es fundamental en este mundo ideal. Cada uno aporta momentos de felicidad en la vida del otro y los momentos más desafortunados son superados con facilidad. De manera evidente, en el mundo ideal no existen fronteras. Todos son bienvenidos en cualquier parte del globo terrestre. Todos tienen el derecho de vivir y habitar el lugar geográfico que mejor les parezca. No hay visas, permisos de residencia ni ningún otro documento que impida el traslado de las personas. No existen las nacionalidades. [...]
[...] Su sonrisa lo indica claramente: es feliz ayudando a la gente. Su hermano Ali de 41 años es ingeniero. Ha crecido como musulmán, pero se convirtió al cristianismo a la edad de 14 años. A pesar de las diferencias en sus creencias, la convivencia con su hermana y sus padres es excelente. Desde muy pequeños son muy unidos e inseparables. Sus religiones no son ningún obstáculo para quererse y respetarse. Saben que el respeto mutuo es la clave de su cariño incondicional. [...]
[...] De eso se trata el mundo ideal: cuatro personas con ideas y creencias totalmente distintas, construyendo lazos fuertes de amistad a través del respeto y el cariño mutuo. Todos los estilos de vida de estas personas son muy distintos. Sus costumbres y creencias se diferencian claramente entre ellas. Por el contrario, sus objetivos de vida son los mismos: hacer el mundo cada vez mejor a través de sus actos. Se preocupan por el bienestar general, por respetar los principios básicos y fundamentales de la convivencia humana, por influir en el mundo y dejar su huella en él siempre de una manera positiva. [...]
[...] En el mundo en que viven, todos se esfuerzan conjuntamente para que éste sea cada vez mejor. Cada persona está comprometida en hacer las cosas de la mejor manera posible para el bien común. Un debate muy informativo A lo largo de esta conversación que se extendió durante horas y horas, expusieron diversas características sobre el mundo que los rodeaba: En el mundo actual, la igualdad es la característica principal. Nadie es mejor persona que otra por pensar de cierta manera. [...]
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