Descripción y análisis del cuadro de Velázquez cuyo título es El príncipe Baltasar Carlos y que se puede contemplar en el Museo del Prado de Madrid.
[...] Está delante de la mesa lo que proyecta su imagen ante nosotros. Podemos ver que los espacios de cada lado son iguales. No hay mucho vacío, de cada lado tenemos un mueble: un bufete a la derecha y un sillón a la izquierda. El bufete y el hecho de que el príncipe tiene las dos manos ocupadas representan los asuntos del reinado y el futuro poder del príncipe como gobernante. Vemos la profundidad con la diferencia de color entre el suelo y el fondo, con la columna y la sombra del príncipe. [...]
[...] Me parece que esta luz subraya la juventud del príncipe y crea una atmosfera de quietud, de tranquilidad. La luz aumenta la blancura de la tez, es una señal de nobleza. El príncipe parece tener la piel de un ángel. Colores Vemos bastantes colores en este cuadro: negro, rojo, ocre, plateado y dorado. El roja contrasta con el traje negro del príncipe lo que separa bien los dos espacios. Este contraste pone de relieve al príncipe. El rojo es un color cálido que añade un tono agradable crea una atmosfera calurosa. [...]
[...] Descripción El cuadro representa a Baltasar Carlos. Es un retrato de cuerpo entero lo que muestra que es una persona importante. Baltasar Carlos está de pie bien erguido, las piernas separadas. Es casi de frente, solo su cuerpo se vuelve ligeramente hacia la izquierda. Lleva un traje negro con dibujos plateados. Tiene medias grises y zapatos de gamuza muy finos, negros. Podemos ver borlas grises en sus calzas. Las mangas de su camisa son plateadas y el extremo de éstas parece de encaje. [...]
[...] Este cuadro representa al príncipe Baltasar Carlos. Es el hijo de Felipe IV y de su primera mujer Isabel de Borbón. Nació el 17 de octubre de 1629. Era el único hijo masculino de la pareja, tenía como vocación la sucesión al trono. Fue reconocido como sucesor en la iglesia de San Jerónimo en Madrid el 7 de marzo de 1632. Era el heredero de su padre pero murió en 1646 de viruela con 17 años. Baltasar Carlos no tuvo un papel importante pero su muerte fue un problema para España que se quedó sin heredero al trono. [...]
[...] Este retrato une el esplendor del traje y el rigor de la composición, el encanto de la juventud del príncipe y la autoridad del futuro rey. Baltasar Carlos está representado como un adulto. La juventud de su cara nos muestra un príncipe más bien simpático pero también muy digno que parece tomar su futura función en serio. Vemos muy bien el doble carácter de este príncipe. Es un niño que se prepara a convertirse en rey. Ya en las primeras representaciones de este príncipe vemos los elementos de su futuro poder. [...]
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