Octavio Paz, "Arenas movedizas", "El ramo de ojos azules": comentario

Résumé du document

Comentario de texto en español escrito por un estudiante francés de instituto sobre el fragmento llamado El ramo de ojos azules sacado de la novela Arenas movedizas de Octavio Paz.

Extraits

[...] El dispense es sorprendente porque se disculpo como si lo que pasa no tuviera importante. Conclusión Este texto es un bueno ejemplo de un texto fantástico. Octavio Paz crea desde la primera línea con la metáfora inicial una ambiente extraña después va volando la realidad con una buscada surrealista: la da un ramo de ojos azules. Personalmente viví el cuento y me sentí desde el inicio en el lugar del narrador. Desde el principio nace el interés hasta el desenlace que representa una sorpresa de mas. [...]

[...] El ramo de ojos azules La noche era un jardín de ojos. Al cruzar la calle, sentí que alguien se desprendía de una puerta. Me volví, pero no acerté a distinguir nada. Apreté el paso. Unos instantes percibí unos huaraches sobre las piedras calientes. No quise volverme, aunque sentía que la sombra se acercaba cada vez más. Intenté correr. No pude. Me detuve en seco, bruscamente. Antes de que pudiese defenderme, sentí la punta de un cuchillo en mi espalda y una voz dulce: -No se mueva , señor, o se lo entierro. [...]

[...] Quiere un ramito de ojos azules y por aquí hay pocos que los tengan. -Mis ojos no te sirven. No son azules, sino amarillos. señor no quiera engañarme. Bien sé que los tiene azules. -No se le sacan a un cristiano los ojos así. Te daré otra cosa. -No se haga el remilgoso, me dijo con dureza. Dé la vuelta. Me volví. Era pequeño y frágil. El sombrero de palma la cubría medio rostro. Sostenía con el brazo derecho un machete de campo, que brillaba con la luz de la luna. [...]

[...] El apartó mis párpados con mano firme. No podía ver bien. Se alzó sobre las puntas de los pies y me contempló intensamente. La llama me quemaba los dedos. La arrojé. Permaneció un instante silencioso. te convenciste? No los tengo azules. qué mañoso es usted! –respondió- A ver, encienda otra vez. Froté otro fósforo y lo acerqué a mis ojos. Tirándome de la manga, me ordenó. -Arrodíllese. Mi hinqué. Con una mano me cogió por los cabellos, echándome la cabeza hacia atrás. [...]

[...] Octavio Paz, Arenas movedizas Comentario El texto pone en escena dos personajes un blanco y un indio. La escena se pasa durante la noche en la calle. Este cuento nos transporta a un ambiente a la vez fantástico e irreal. En una primera parte, veremos la carrera, después la causa de está situación, en una tercera parte la verificación de los ojos y por fin el desenlace. La carrera La frase La noche era un jardín de ojos” en la primera línea es una metáfora que crea una ambiente extraña y inspira una idea poética. [...]