Síntesis de Derecho Penitenciario sobre la salud en prisión. Comparación entre los sistemas franceses y español.
[...] Entre un 70% y un 80% de la población reclusa tiene o ha tenido problemas de drogas. De este porcentaje, el 82'8% no tiene estudios o sólo primarios, el 32'4% se encontraba en paro antes del ingreso en prisión. A este panorama de absoluta fragilidad, hay que añadir una situación dramática: la altísima incidencia de graves problemas de salud. La prisión concentra las tasas más altas de enfermedades infecciosas graves como el Sida, la Hepatitis o la Tuberculosis. A lo anterior, hay que añadir la existencia de problemas de salud mental en gran parte de la población reclusa. [...]
[...] Además el ambiente de las prisiones es muy particular y incrementa las dificultades para desarrollar una buena relación. Pues la única forma correcta de actuar es el respeto escrupuloso hacia el paciente. Para lograrlo el médico debe ser alerta frente a cualquier signo que exprese las actitudes del paciente. El respeto no consiste sólo en mostrarse correcto en el trato, sino en adoptar una posición activa que contribuya a crear una relación de verdadera confianza. Es en ese clima de confianza que resultara más sencillo a conocer bien el paciente, y eso facilita la eficacidad de la atención sanitaria, y permite también de poder darle la información que necesita y evita imponerle aquello que no desea. [...]
[...] Tienen también el deber de asegurar unas condiciones aceptables de salud a los detenidos-pacientes. Pero junto a la garantía de los derechos de los reclusos en su condición de pacientes, los profesionales sanitarios tienen el deber de buscar la excelencia en su trabajo, que se articula en torno a dos polos: la excelencia técnica y la ética: - La excelencia técnica consiste en ofrecer a cada paciente la mejor asistencia sanitaria de que sean capaces. - La excelencia ética, por su parte, se basa en los principios del respeto incondicional a cada ser humano y del primado de los intereses del paciente sobre los intereses del profesional. [...]
[...] Este panorama de la población carcelaria nos muestra con cuales dificultades deben contar los profesionales de la salud en las prisiones. Las dificultades de esos profesionales de la salud no se paran a la fragilidad de sus pacientes ya cuando llegan a la cárcel, se acompañan además de la escasez de profesionales. Aunque el Reglamento Penitenciario establece que debe acudir un psiquiatra a los centros penitenciarios, no siempre se cumple o se hace de manera superficial. En cuanto a los psicólogos, su labor se limita a valorar a cada detenido de forma previa a su clasificación en uno u otro grado penitenciario o a resolver sobre la concesión de permisos, sin realizar una labor terapéutica individual o grupal. [...]
[...] según jurisdicción) teniendo en cuenta lo dispuesto en el Reglamento y las normas de funcionamiento del centro, sin perjuicio de la intimidad que requiere la asistencia sanitaria. Partiendo de la base de que los internos en los módulos de seguridad proceden de centros penitenciarios, tienen los derechos y deberes que en las cárceles si bien deberán llevarse a cabo en las condiciones y con las medidas de seguridad que establezcan los responsables de la custodia. Además de la vigilancia y custodia de los internos, las FF.SS. tienen también encomendada la misión de velar por su vida, la integridad física y la salud de los mismos. [...]
Source aux normes APA
Pour votre bibliographieLecture en ligne
avec notre liseuse dédiée !Contenu vérifié
par notre comité de lecture