Auto inmolación de Thich Quanc Duc: análisis de fotografia

Résumé du document

Comentario en español, realizado por un estudiante francés, sobre la fotografía Auto inmolación de Thich Quanc Duc de Malcom Browne.

Extraits

[...] Al ver las personas alrededor de él, pensamos que nadie lo ayuda. Y después, con el bidón al lado, y la calma de los otros monjes, entendemos que es una inmolación. Al saber que son monjes en la fotografía, podemos imaginar que es una inmolación con un motivo de protesta, de revuelta. La fotografía es impresionante: pretende provocar una reacción en el receptor: la de la indignación, de la frustración de no poder hacer nada. El receptor también quiere saber cuál es el motivo de la inmolación. [...]

[...] Esta fotografía fue elegida fotografía del año 1963. Ahora, es un símbolo de combate contra toda forma de represión y para la libertad de los hombres. Conclusión Esta fotografía demuestra la fuerza de la imagen y su supremacía sobre el discurso. Con su teatralización, es más chocante, más des estabilizante. John Fitzgerald Kennedy, al ver este cliché, dijo al embajador de los Estados Unidos en Vietnam: esto no debe ocurrir mas Y los Estados Unidos pararon de sostener el gobierno Ngo Dinh Diem. [...]

[...] Cuando estaba quemando, Thich Quang Duc, no se movió. La fotografía, en blanco y negro, fue tomada por Malcom Browne para el periódico Associated Press. Análisis semiológico La fotografía se compone de dos líneas directivas que orientan la mirada del receptor: una línea en diagonal que sigue la orientación del fuego y del monje quemando, y una línea horizontal, que corresponde a los personajes del segundo plano, apacibles y tranquilos, lo que confiere a la fotografía, una atmósfera extraña. Esta última línea corta el espacio en dos mitades: abajo puede representar la zona de la materialidad y arriba, podemos imaginar que es el spiritual, ya que se trata de una fotografía con dimensión filosófica. [...]

[...] Este, teatralizó deliberadamente la escena: la botella cerrada en la izquierda, el coche con el capó abierto que deja suponer que es el del monje. El monje teatralizó su inmolación para intensificar el aspecto emocional de la fotografía. La imagen posee una fuerza simbólica: está desprovista de cualquier signo lingüístico. No hay ni título, ni leyenda, ni nada escrito: es universal e intercultural. Efecto sobre el receptor La mirada del que mira la fotografía se dirige automáticamente sobre el fuego ya que esta en el centro de las dos líneas directivas. [...]