Una nación es un conjunto de personas ligadas con una historia, una cultura, unas tradiciones y a veces un idioma. Según el Profesor Segura, hace mucho tiempo que Cataluña es una entidad a la vez política y cultural (especialmente con su idioma, el catalán). Cataluña luchó muchas veces para hacer valer sus derechos que sean con las armas (« guerra dels Segadors ») o con caminos políticos (« Mancomunitat de Catalunya, Generalitat de Catalunya) (...)
[...] Cataluña : ¿autonomía o nación? Introducción En su artículo de prensa sacado del Monde Diplomatique de enero de 2006, cuyo titulo es “Entre autonomía y nación” , el Profesor Segura[1] trata de la relación singular entre Cataluña y España al nivel histórico, social o económico, desde el siglo IX hasta el nuevo estatut de 2005. Este artículo nos expone los diferentes acontecimientos y las razones que conducieron Cataluña a reivendicar su autonomía y su estatuto de nación a lo largo de los siglos. [...]
[...] Conclusión En lo que concierne las ideas de autonomía de de nación en Cataluña, los opiniones discrepan. El debate está abierto entre los autonomía y los que se oponen. Para hacerse una idea propia sobre el tema: Se debe compartir las aspiraciones antiguas de los catalanes ? o Podemos entender las quejas de una parte de los partidos políticos que viven el desprendimiento de Cataluña como una traición ? Profesor de historia contemporánea y director del centro de estudios históricos internacionales de la universidad de Barcelona. [...]
[...] El autor presenta la situación como si fuera un anacronismo. El profesor Segura reproba la creación de las 17 comunidades autónomas como cobertura contra las reivindicaciones vascas, catalanas y gallegas a los gobiernos sucesivos. Según el profesor, gracias a esta Constitución, el gobierno quiere hacer pensar que el problema ha desaparecido pero no es el caso. El profesor insista también sobre el interés económico del estado a mantener Cataluña en su seno. El autor nos presenta de manera clara su punto de vista sobre esta Constitución que, según él, no fue redactada de manera democrática sino con la “presión de ruidos de botas y sables”. [...]
[...] Además, el intento de “genocidio cultural contra Cataluña” provocado por el franquismo legitima aún más el deseo de autonomía de su pueblo. Estas aspiraciones lógicas resultan de la necesidad y la voluntad propia y antigua del pueblo catalán de considerarse como una entidad propia. Así, los catalanes esperaban mucho de la Constitución de 1978 ya que pensaban que podría solucionar sus reivindicaciones y los problemas de organización territorial. Segunda Parte El profesor Segura opone la Constitución de 1978 a la de 1932. Esta última era más avanzada en el reconocimiento de Cataluña como una nación. [...]
[...] Así, esta decentralización es fundamental para que Cataluña sea reconocida como tal que sea al nivel nacional, europeo o mundial. Pero la derecha española está claramente contra este nuevo estatuto catalán. El Partido Popular no vacila en formular “falsos argumentos” según los cuales la poligamia y la eutanasia serían autorizadas en consecuencia de este nuevo estatut. Los origenes de la derecha española actual (tal como la Falange por ejemplo), quería una España sin particuliarismos, es decir, una España centralizada en Madrid con una sola lengua, el castellano. [...]
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