La web y las tecnologías derivadas de Internet son una estupenda herramienta para la comunicación y el aprendizaje pero se debe ser consciente de los posibles riesgos derivados de su uso. Sin duda Internet es un medio que ofrece infinitas posibilidades. Comunicarse, interactuar con otras personas, informarse, etc. son sólo algunas de las ventajas con las que cuenta con respecto a otros medios de comunicación pero al igual que éstos, también puede ofrecer una cara menos amable que se presenta cuando los menores acceden a contenidos que no siempre nos gustaría que vieran.
Conocer las amenazas de Internet y aplicar las herramientas existentes es uno de los pasos fundamentales para garantizar la protección de los menores.
Hoy en día en España, los niños de 5 hasta 15 años forman un 10,5% de la población española. Cuando se sabe que más de un hogar español sobre dos dispone de un acceso al Internet, podríamos interrogarnos sobre la influencia de tales cambios sobre la última generación. En efecto, los niños son cada vez más familiarizados con las Tecnologías modernas de Información y Comunicación (TIC) y un 85,1% de ellos se aventura en la jungla de Internet en 2009 contra un 60,2% en 2005.
Pero esta mezcla de información y la gran libertad de Internet engendró problemas o sea, el choque entre la inocencia de la niñez y el vicio de unos adultos, y ambos se reúnen en la Red en un clic. Por más que los padres impongan reglas a sus niños, un 65% de ellos admiten que les han transgresado una vez como mínimo, según un estudio Facebook de la Asociación Internacional de Criminología en España. El temor de los padres fraguó la idea de un nuevo mercado por explotar, y así se crearon software de filtro y otros soportes de control parental que se puede instalar en el ordenador.
[...] Algunos companías de telecomunicación proveeden también estos servicios. Por ejemplo, Orange España* ofrece una opción de control parental con su contratación ADSL. El abono cuesta per mes y se tiene que añadir más cada mes para la opción de control parental. Para concluir, no se necesita pagar más de para adquirir un filtro eficaz o unos €uros más en su abono al Internet. Pero hace falta buscar y encontrar buenas apreciaciones sobre el producto que adquirirá : en los foros por ejemplo, preste atención a las notas dadas por los demás internautas ! [...]
[...] Algunos programas utilizan ciertas palabras para bloquear el acceso a páginas que contengan dichas palabras. Sin embargo, en estos casos el software bloquea palabras aisladas y que no están en un contexto determinado, por ejemplo, algunas palabras clásicamente incluidas en estas listas son droga, sexo, vino, etc. Pero un programa puede llegar a bloquear una página que incluya la frase . Cuando navigué en el Internet, como un niño podría hacerlo, encontré foros que trataban de los filtros parentales. Mostraban medios de esquivarlos ! [...]
[...] Los juegos y la usurpación de identidad 4 B. La música y las vídeos : archivos erróneos 4 C. Los chats : Cuidado niños! 5 D. El movíl con Internet : Incontrolable ! 5 VI. Proteger a sus hijos 5 A. Cómo ? [...]
[...] El móvil con Internet: ¡Incontrolable! El móvil con Internet resulta ser una tecnología muy reciente y pues, desconocida de los padres y cada vez más familiarizadas con los menores. Aquí se encuentra un riesgo más, exactamente los mismos que los del Internet, ¡Pero aún más marginal porque trasladable! Con el móvil, no se puede controlar la actividad del joven porque contra a un ordenador familial, el móvil es considerado por el niño como una herramienta muy personal, y pues, completamente prohibido a los padres. [...]
[...] Los chats : Cuidado niños! Sobre el número total de menores usuarios de los chat rooms se sabe que el 30% recibe algún tipo de provocación sexual, de sectas, de incitación a conductas peligrosas. Las páginas de chat o los sitios de red social son los que presentan más riesgos para personas influenciables. Así, pueden ser llevadas a participar en conversaciones pornográficas (infantíl o de adultos) o otros temas malsanos tales como apología de la violencia, la xenofobia, la anorexia, la bulimia o incluso el suicido. [...]
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