En 1808, Napoleón invadió el Reino español y alcanzó instalar a su hermano Joseph Bonaparte en el trono. Las elites criollas de Nueva España eran claramente influidas por la independencia norte americana y por un lado de la Revolución francesa también. Sin embargo, su reacción fue la lealtad con España.
Eran divididos. Para algunos, el poder en Nueva España seguía radicando en el rey Fernando, aunque momentáneamente se encontrara ausente. Por lo tanto, nada debía cambiar. Otros, encontraban en la crisis política una oportunidad para implantar reformas políticas en el Virreinato. En agosto de 1808, estos propusieron al virrey José de Iturrigaray convocar a una Junta de ciudadanos que gobernaría en el nombre de Fernando VII. El otro bando lo entendió como una amenaza contra la permanencia del sistema colonial del cual eran beneficiarios. Finalmente, en septiembre, los opositores a la Junta hicieron un golpe de Estado contra el virrey Iturrigaray, sustituyéndolo por Pedro de Garibay. Eso queda hoy un ejemplo de las luchas de influencia en el seno de Nueva España.
No existe un verdadero consenso en cuanto a la interpretación de la guerra de independencia. Para los nacionalistas, fue una lucha patriótica para liberarse de tres siglos de opresión española. Para otros, fue una reacción conservadora en contra del liberalismo español o hasta la ilustración de la lucha tradicional entre las provincias y el corazón del reino. Para Juan Villoro es más complicado, según él, muchos de los precursores del movimiento se convirtieron en sus opositores los más determinados en el momento cuando la lucha por la independencia surgió, y los que proclamaron la independencia no la cumplieron, pero sus antagonistas sí.
Entonces, podemos preguntarnos ¿Cuáles fueron las etapas de una guerra de independencia que duró once años? Y sobre todo: ¿A quién México debe verdaderamente su independencia?
[...] Entonces, podemos preguntarnos ¿Cuáles fueron las etapas de una guerra de independencia que duró once años? Y sobre todo: quién México debe verdaderamente su independencia? Vamos a estudiar en un primer lugar el inicio de la guerra de independencia por los revolucionarios. Y luego, observaremos la de Agustín de Iturbide. Los revolucionarios: guerra de clase (1810-1815) Los primeros conspiradores e Hidalgo Antes de todo, debemos decir que la lucha por más autonomía y respeto se jugó también con los diputados mandados en España, por vía legal. [...]
[...] Aquí se refiere a Morelos la proclamación de noviembre de 1813), el que fue matado por los conservadores quienes finalmente, y irónicamente, por miedo del liberalismo español la cumplieron. De hecho, entonces la independencia llegó prácticamente por casualidad. Nueva España era cansada después de once años de guerra civil. El régimen cayó porque ya no era sostenido. Finalmente, un imperio mexicano nació con Agustín 1º, o sea Iturbide, como Emperador. Pero, fue el inicio de años de inestabilidad. En efecto, el Imperio cayó dos años después, sustituido por una República federal. [...]
[...] Se firmó la declaración de independencia el 6 de noviembre de 1813. Pero las autoridades coloniales invadieron Chilpancingo. Después de esta derrota Morelos logró proteger el congreso en fuga. Así pues, el congreso pudo redactar una constitución que fue jurada en Apatzingan el 22 de octubre de 1814. La constitución daba poderes absolutistas al congreso el cual no tardó en dar más efectivos para la lucha y dejar Morelos prácticamente sin fuerzas (por temor de que pueda tomar el poder). [...]
[...] Llegó en Veracruz en agosto de 1821. Inmediatamente se enteró de que casi toda Nueva España estaba con Agustín de Iturbide. Hay que notar que en España, las Cortes habían concedido a las posesiones españolas de ultramar un cierto grado de autonomía, aunque sin dejar de pertenecer a la Corona española. O'Donojú invitó a Agustín de Iturbide en la ciudad de Córdoba. Llegaron a un acuerdo y se firmaron los tratados de Córdoba en la base del Plan de Iguala. [...]
[...] Conclusión En conclusión, resulta que la independencia de México no fue un camino de rosas y que queda muy difícil decir quién o que ha contribuido más a su realización. Podemos regresar entonces en la interpretación de Juan Villoro, la que se entiende mejor ahora. “Muchos de los precursores del movimiento se convirtieron en sus opositores los más determinados en el momento cuando la lucha por la independencia surgió”. Aquí, se habla de las elites criollas quienes conspiraban y una vez que el movimiento se puso importante, tuvieron miedo y cambiaron de rumbo. [...]
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