Histoire cinéma cubain avant la révolution
Il s'agit d'un devoir en espagnol sur le cinéma cubain avant la révolution.
[...] La película más notable de esta empresa fue El Veneno de un beso. El interés y la importancia de esta película es que intentaron abordar el círculo campesino y reflejar su psicología cándida y sus esperanzas. El escenario de Enrique Agüero Hidalgo es tratado con un cierto dinamismo y el juego de los actores parece acentuar el candor campesino. A pesar de que no se puede calificar como una película de denuncia, esta película hace referencia a un hecho que constituyó para generaciones de cubanos una realidad social histórica: la expulsión de los campesinos de sus tierras por los grandes terratenientes. [...]
[...] Esta película merece una atención particular. En efecto, para respetar su concepción de la “fidelidad histórica”, el director decidió utilizar la montura y el aparato ortopédico utilizados por el brigadier. También, izó en el castillo de los Tres Reyes del Morro, la bandera española que estaba allí en la época de los hechos y que fue sustituida por la bandera americana el primero de enero de 1899. Todo eso exigió una autorización personal del presidente Menocal que fue otorgada inmediatamente. [...]
[...] El sublevamiento se produjo en la parte oriental del país, donde la populación negra era la más numerosa y fue reprimida por el ejército. Díaz Quesada aprovechó la ocasión para filmar su documental progubernamental La Campaña o La Salida de tropas hacia Santiago de Cuba durante la guerra racista. A principios de este año, Díaz Quesada había presentado al Teatro Nacional un documental titulado Festival infantil de Bohemia, se podía ver en este documental una ceremonia oficial de distribución de juguetes para los niños pobres organizada con la aprobación de las autoridades. [...]
[...] El 14 de mayo de 1923, Enrique Díaz Quesada, el pionero del cine cubano muere dejando vía libre a Ramón Peón. En 1929, el gobierno del general Machado estableció un Departamento de cinematografía que realizó varias películas de propaganda. En 1925, Ricardo García instaló nuevos laboratorios cinematográficos, seguido en 1929 por Jorge Piñeiro. En 1926, el americano Lee de Forest, con la ayuda financiera del gobierno del general Machado, instaló los laboratorios para la producción de películas sonoras según el sistema Phono Films. [...]
[...] La película tuvo un gran éxito. Santos y Artigas ya habían logrado a implantar muchas salas de cine en las ciudades de la Habana, Pinar del Río, Cienfuegos, Camagüey, Saga la Grande, Manzanillo y Santa Clara, salas que les aseguraban buenos dividendos. En ese momento, existían 40 cines en la capital y más o menos 300 en provincia. En mayo de 1915, los empresarios del cine Prado de la Habana intentaron programar una serie de películas americanas pero tenían que suspender la programación porque los cubanos preferían las películas europeas. [...]
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