La primera Guerra Mundial confirmó y amplió la hegemonía de los Estados Unidos en América Latina. Fuertemente traumática, la guerra, creó un nuevo sistema de relación y un ámbito de reflexión para construir un orden nuevo y para evitar la reiteración de un conflicto de esa importancia. En nuestra reflexión, nos ocuparemos de los factores que dieron un cambio de las relaciones entre América Latina y los Estados Unidos en el ciclo de entreguerras (1918-1939).
Tras de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos asumió su rol de líder en América Latina con una fuerte presencia diplomática y la idea de cumplir un rol misional marcado por el darwinismo social. Se valía de su hegemonía política para proteger y fomentar sus intereses y su poderío económico para promover sus fines políticos. Al mismo tiempo, América Latina intentó posicionarse frente a dicha hegemonía.
En el ámbito económico, la Primera Guerra Mundial acelera la sustitución de Gran Bretaña como centro del sistema económico, estableciendo definitivamente el predominio de los Estados Unidos. Los años '20 fueron un extraordinario auge para la economía norteamericana. Las tendencias expansionistas de ésta economía fueron a la vez causa y efecto del aumento de las inversiones en los sectores exportadores de América Latina y en los empréstitos hechos a los gobiernos latinos para crear las infraestructuras de transportes, comunicaciones y energía necesarias para la ampliación de las actividades exportadoras.
[...] En nuestra reflexión, nos ocuparemos de los factores que dieron un cambio de las relaciones entre América Latina y los Estados Unidos en el ciclo de entreguerras (1918-1939). Tras de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos asumió su rol de líder en América Latina con una fuerte presencia diplomática y la idea de cumplir un rol misional marcado por el darwinismo social. Se valía de su hegemonía política para proteger y fomentar sus intereses y su poderío económico para promover sus fines políticos. [...]
[...] La crisis había llevado a replantear el rol del Estado en la economía nacional. En marzo 1933, Franklin D. Roosevelt (1933-1945) desarrolló un nuevo plan, el que consistía en la regulación de la economía favoreciendo las inversiones, el crédito y el consumo, lo que permitiría reducir el desempleo. El modelo estaba inspirado en las ideas del economista John Keynes que sostenía los principios del liberalismo clásico pero proponía la intervención del Estado en aquellos casos definidos. A nivel internacional, los Estados Unidos puso en práctica una política que implicaba sustituir por prácticas multilaterales de pagos e intercambio los acuerdos formales o informales que estaban una manera común de actuar en los países europeos. [...]
[...] La contracción de las importaciones de productos alimenticios de los países latinoamericanos cambia de carácter durante la crisis. Luego del colapso de muchas de las empresas extranjeras establecidas en suelo latinoamericano y de una violenta caída en el empleo, en el ingreso y en los niveles de vida, se generó una nueva visión con respecto a la expansión del mercado interno y se comienzo a analizar la posibilidad de adquirir la capacidad de producir internamente lo que se importaba de los Estados Unidos a fin de poder prescindir de los productos extranjeros que tenían sus mayores mercados en América Latina. [...]
[...] El período se caracterizó por un fuerte crecimiento en la capacidad productiva, la producción y las exportaciones de materias primas latinoamericanas. Además, los Estados Unidos protegieron vigorosamente los intereses de los ciudadanos en Latinoamérica. Por ejemplo, en 1923 fue firmado el Tratado de Bucareli o “Convención Especial de Reclamaciones” entre México y Estados Unidos. El tratado buscaba canalizar las exigencias de ciudadanos estadounidenses o sociedades por presuntos daños causados a sus bienes por las guerras de la Revolución Mexicana durante el periodo comprendido entre 1910 y 1921. Especialmente, los norteamericanos pudieron seguir explotando libremente el petróleo. [...]
[...] Entonces, la Unión Panamericana estaba totalmente dominada por el poder norteamericano. Sin embargo, un logro considerable de esta conferencia fue el Tratado para Evitar o Prevenir Conflictos entre los Estados Americanos, o Tratado Gondra, que fue un primer paso hacia el establecimiento de una paz interamericana. No obstante, los Estados Unidos fueron muy criticados durante la Sexta Conferencia en 1928 luego de su intervención en Nicaragua. Argentina fue el vocero principal contra la dominación de los Estados Unidos y para la liberación de la América Latina. [...]
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